El retorno progresivo y gradual a clases ha concitado la atención de los progenitores, debido a que el COE nacional decidió el martes pasado aprobar el protocolo de asistencia presencial a clases de los estudiantes a nivel nacional; solicitado por el ministerio del ramo.
La ministra ha expresado que, desde el 7 de junio pasado, antes de la vacunación masiva de niños, y jóvenes hubo 700.000 alumnos que concurren a clases, con un nivel de contagio del 0.004%. Los 31 casos reportados en estos meses es un número estadísticamente muy bajo. Sin perjuicio de que subsistan la modalidad a distancia, semipresencial y presencial en todos los niveles educativos. Los educandos en
condiciones excepcionales pueden pedir el pase a cualesquiera de las modalidades. Además, no habrá retorno de profesores ni de personal administrativo y de apoyo que se encuentren en estado de vulnerabilidad.
La inquietud de los padres de familia aún persiste, frente al riesgo del contagio. El problema es mucho mayor luego de casi dos años de abandono de los centros educativos. No se cuenta con insumos básicos de protección, falta personal docente, de servicio y guardianía, hay exceso de estudiantes por aula; debido a la migración de un gran número de escolares de los centros particulares a los laicos; sobre todo, por motivos económicos, ante el despido masivo de los trabajadores por la pandemia; que es imposible exigirles alguna exacción económica. La respectiva Cartera de Estado debe fijar el financiamiento emergente para suplir oportunamente con los insumos de bioseguridad que falten.
De acuerdo a la vocería del propio ministerio ha dicho que necesita un presupuesto sobre los 650 millones de dólares para atender la emergencia de la infraestructura de alrededor de 12.000 locales educativos del país. El gobierno ha
ofrecido 100 millones de dólares para el 2022. No hubo gobierno alguno que se preocupe por cumplir con el presupuesto establecido en la constitución que es del 6%. ¿Es suficiente que los discípulos, padres de familia y profesores estén inmunizados y no tengan peligro de ser contagiados por las variantes de la COVID-19?, cuando en Europa, Asia y en el mismo continente americano, existe la precaución de volver a tomar estrictas medidas ante el aparecimiento de nuevos contagios; por esa razón se insiste en que se deben contemplar medidas como el distanciamiento personal, usar mascarillas y evitar concentraciones masivas.
Tal vez, hubiese sido conveniente que aún el aforo no sea del 100% sino de manera porcentual durante algún tiempo, porque existen locales escolares hasta con 42 educandos por aula, que se los pudo asignar durante la semana a 21 de ellos, y repetir de manera alterna con la otra mitad.