Aucas, Campeón Nacional de Fútbol de la LigaPro 2022

Campos Ortega Romero

Cuando decimos que recordar es vivir, la aplicación está orientada a revivir esas experiencias que nos aportaron dicha y felicidad, que nos hicieron tener una sensación de plenitud de vida. Al final, todos los seres humanos buscamos esa plenitud, queremos que esta dure para siempre, no solo unos cuantos momentos. Recordamos los años de gloria de la Liga Universitaria de Loja, 2012-2013, participando en el Campeonato de Fútbol de América del Sur, dejando muy en alto a la ciudad de Loja, provincia y Ecuador, en el Estadio Federativo Reina del Cisne,  rodeado de un grupo de buenos amigos por el triunfo de la Liga de Loja, les confesé que había tenido un sueño, y por ello escribí el Artículo de Opinión, para Crónica de la Tarde, así se llamaba por esos años, el diario actual.  Aucas, Campeón Nacional de Fútbol y todos al unísono sonrieron y manifestaron: “primero veo volar un burro, antes que el Aucas sea Campeón”. Los años me han dado la razón, así es no veremos jamás volar a un burro, pero sí  al Auquitas equipo del pueblo, Campeón Nacional de Fútbol 2022.

Sociedad Deportiva Aucas, mayormente conocido como Aucas es un club deportivo ecuatoriano originario de la ciudad de Quito, fundado el 06 de febrero de 1945 por la empresa de hidrocarburos Royal Dutch Shell. Sus colores tradicionales son el amarillo y el rojo, los cuales utiliza en su uniforme desde su aparición en el fútbol ecuatoriano, impuestos por la empresa multinacional que lo fundó. En relación a su escudo de la camisa de su uniforme, en sus inicios, presentaba el “pecter” de la concha marina que emulaba al  logotipo de la Shell. En el año 1954 se incorporó la figura de un varón “Huaorani” comúnmente llamados Aucas, esto en consecuencia de los múltiples ataques que habían recibido los empleados de la compañía petrolera en sus expediciones en la zona oriental del Ecuador en busca de petróleo por parte de dicha tribu indígena del país. La época de gloria se inscribe en los años 1945-1952 logrando varios campeonatos provinciales de Pichincha e Interandinos. También tuvo decadencia y tiempo de crisis en los años (1963-1990). Con campañas discretas (2018-2019) dos clasificaciones seguidas a Copa Sudamericana (2020-2021.  Hoy Campeón Nacional de Fútbol de la LigaPro 2022.

Por eso debe ser la alegría que denotan los hinchas del equipo oriental, que la conforman generaciones de padres a hijos, a nietos y bisnietos, durante años y años, 77 para ser exactos fiel muestra indescriptible de ese sentimiento que despierta el fútbol en sus hinchas, el mismo fervor de una religión pero con un alcance universal. El fútbol es la única religión que no tiene ateos, la definición perfecta de la pasión por este deporte lo hace Eduardo Galeano, que señala: “Una vez por semana, el hincha huye de su casa y asiste al estadio. Flamean las banderas, suenan las matracas, los cohetes, los tambores, llueven las serpientes y el papel picado; la ciudad desaparece, la rutina se olvida, sólo existe el templo. En este espacio sagrado, la única religión que no tiene ateos exhibe a sus divinidades. Aunque el hincha puede contemplar el milagro, más cómodamente, en la pantalla de la tele, prefiere emprender la peregrinación hacia este lugar donde puede ver en carne y hueso a sus ángeles, batiéndose a duelo contra los demonios de turno”.

“Rara vez el hincha dice: «hoy juega mi club». Más bien dice: «Hoy jugamos nosotros». Bien sabe este jugador número doce que es él quien sopla los vientos de fervor que empujan la pelota cuando ella se duerme, como bien saben los otros once jugadores que jugar sin hinchada es como bailar sin música. Cuando el partido concluye, el hincha, que no se ha movido de la tribuna, celebra su victoria; qué goleada les hicimos, qué paliza les dimos, o llora su derrota; otra vez nos estafaron, juez ladrón. Y entonces el sol se va y el hincha se va. Caen las sombras sobre el estadio que se vacía. En las gradas de cemento arden, aquí y allá, algunas hogueras de fuego fugaz, mientras se van apagando las luces y las voces. El estadio se queda solo y también el hincha regresa a su soledad, el hincha se aleja, se dispersa, se pierde, y el domingo es melancólico como un miércoles de cenizas después de la muerte del carnaval”. Claro está que el hincha del Auquitas, después de celebrar el Campeonato comprende que el fútbol es como la vida que todos somos un equipo, que nadie puede ganar un partido solo, todo en la vida es un equipo y un juego que no se acaba hasta el final de nuestras vidas, hasta el pitazo final. Por ello mi felicitación a su sufrida hinchada y su grito de guerra: Aucas, Marañón o la Guerra, mi saludo y admiración campeones.  Así sea.