
Hasta ayer el panorama en la frontera era incierto en lo relacionado al florecimiento de los guayacanes. El sector turístico está a la espera que este espectáculo natural se concrete para tener una mayor activación.
Quienes estaban acostumbrados en los meses de diciembre o enero visitar la frontera, para observar los guayacanes en todo su esplendor, este año tendrán que esperar.
Herwin Sánchez Romero, director de Gestión Ambiental del GAD Zapotillo, indicó a Diario Crónica, “este fenómeno natural depende de la naturaleza”.
Las lluvias caídas en parroquias rurales del cantón, entre ellas, Mangahurco y Cazaderos, este 2023 no son suficientes. “El florecimiento se da con las lluvias”.
Quienes habitan en localidades rurales y prestadores de servicio del fronterizo cantón, están preparados y aguardan el arribo de visitantes, precisó el funcionario.
Llamado
A través de la Mesa Técnica Interinstitucional Bosque Seco se realizó un llamado a los turistas y agencias de viaje: esperar unos días más e informarse por las cuentas oficiales.
Se anunció que desde hace algunos meses los habitantes del sector están activados para ofrecer hospedaje, alimentación, transporte y servicio de guianza.
Esperar
Quienes trabajan en agencias de viaje también están pendientes del espectáculo y así poder activar sus servicios, que son comunes en esta temporada.
Sandra Palacios González labora en una operadora de turismo de la localidad. Indicó que, por lo general en estas fechas, suelen ofertar diferentes paquetes promocionales, con el objetivo de que los ciudadanos de otras provincias visiten la frontera.
Nativos de Guayaquil, Cuenca, Quito, El Oro, entre otros, suelen arribar a las parroquias rurales para poder observar este espectáculo.
Los paquetes, por un día, con salida desde Loja hasta Mangahurco, oscilan entre los USD 70 y USD 90 (incluyen alimentación, transporte y guianza), precisó.