
Betty Elena Castillo Agila, de 27 años, oriunda del cantón Paltas (barrio Palomontón), de la provincia de Loja, propietaria de Café Castillo, hace aproximadamente tres años atrás, inició en el mundo del café. “Es un mundo apasionante y amplio; donde se tiene plantaciones, producción y captación”, entabló Castillo Agila.
El ser mujer rural ha permitido que Betty desenvuelva sus capacidades en el mundo laboral como lo es la producción de café y ver más allá de la materia primera, esto ha ocasionado que cree su propia marca de café —Café Castillo— en honor a su apellido y a sus ancestros. La emprendedora, quien se considera como una mujer fuerte tanto físicamente como mentalmente, manifestó que su producto ha llegado a países como: España y Francia. También ha participado en concursos, pero debido a la falta de financiamiento, de los costos de inicio, frenó; sin embargo, cada día lucha por seguir perdurando en el mercado.
Inicios
La idea de crear una empresa direccionado al café inició en agosto de 2018, cuando todavía cursaba sus estudios universitarios, en la Escuela Superior Politécnica de Chimborazo, ubicada en la ciudad de Riobamba, en donde se graduó en Ingeniería en Mantenimiento Industrial. Comentó que el clima frío y el apoyo de sus compañeros le permitieron desarrollar la imagen del café como emprendimiento, actividad que había realizado antes para poder sustentarse. Así nació el proyecto que tiene la visión de brindar una mejor calidad de vida a los agricultores y ofrecer café de calidad al cliente.
“El miedo es parte del camino, detrás de una derrota siempre hay una victoria, entonces esos ‘fracasos’ son el principio del éxito”, declaró. Por otra parte, señaló que como mujeres rurales la sociedad tiene el estereotipo de que son personas no merecedoras de oportunidades, argumentó que ella ha demostrado lo contrario, pues no ha detenido sus sueños.
Historia
Betty es apasionada del café desde que nació. “Yo asumo que cuando nací, mi abuelita ya estaba preparando la olla del café porque desde que tengo uso de razón tomo café todos los días”, comentó entre risas para Diario Crónica. El ambiente en su lugar natal está rodeado de café, pero, ella ha logrado planearse la idea, “si alguien no lo hace, yo debo ser la primera”. Contó que en su localidad se tiene materia prima pero no se da el valor agregado a los productos. “Este es un camino para que nuestra materia prima sea realmente considerada con valor y de esa manera poder pagarle al agricultor lo que se merece”, expuso.
Propósito
Betty tiene la finalidad de que la empresa consolide con los clientes para que queden satisfechos, por lo que ya están empezando con producción. “Yo mismo voy a los sembríos, nosotros todavía lampeamos; nuestro café no tiene pesticidas ni fungicidas. Me involucro en todas las tareas porque creo que el líder es aquel que pone la mano y arrastra a la gente desde el ejemplo”, para finalizar manifestó que otro de sus objetivos es ser generadora de fuentes de ingresos para las personas que necesiten. (I)