Contaminación acústica sigue sin control en la urbe

Varias quejas hay a diario por parte de ciudadanos que viven o trabajan en sectores con mayor concurrencia en la urbe lojana, por el ruido que provocan vehículos, motocicletas, venta ambulante, entre otros. A ello se suma otro problema, el humo negro o gases contaminantes emanados de camiones y buses.

Estos son dos problemas que aún no pueden ser controlados en la ciudad; pese a los reclamos ciudadanos, las problemáticas persisten.

En el centro de la urbe, propietarios de negocios en diálogo con Diario Crónica, coinciden al mencionar que requieren más control por parte de tránsito municipal.

“Las motocicletas pasan a gran velocidad y causan un ruido escandaloso, especialmente, a horas pico. De igual forma, el uso excesivo del pito de los vehículos cuando hay congestión”, dijo Juan Méndez Solorzano, comerciante.

Situación

Elruido también es un problema para los peatones que transitan por diferentes sectores de la urbe.

En la calle Lauro Guerrero, la situación es la misma por la circulación de buses urbanos.

Rosa María Merino, quien tiene un negocio por el sector, indicó que “el sonido de carros y motos es insoportable; nadie controla la bulla”.La emanación de gases o humo negro de algunos buses urbanos o camiones, “también afecta nuestra salud por la permanente circulación por el lugar”, enfatizó.

Verificar

Galo Oswaldo Costa, director del Centro de Matriculación Vehicular del Municipio de Loja, explicó que al momento de pasar la revisión vehicular realizan la verificación a través del sonómetro, instrumento utilizado para medir el nivel de ruido en la salida de los tubos de escape.

Asimismo, en lo relacionado a gases contaminantes, lo hacen a través de máquinas específicas, a fin de verificar las buenas condiciones de los automotores y dentro de los rangos permitidos.

A decir del funcionario, existe un incumpliendo significativo de algunos usuarios. Sin embargo, “los arreglos deben efectuarse por el conductor antes de aprobarse revisión técnica”. (I)

DATO

La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera ruido a cualquier tipo de sonido superior a los 65 decibelios (dB) durante el día y 55 (dB), en la noche.

Bajo: entre 30 y 55 dB.

Por lo general, la OMS recomienda limitar la exposición al ruido de tráfico a 53 decibelios.