¿Y qué hay con los docentes en los centros de rehabilitación?

La opinión pública en Ecuador debate sobre los asesinatos y conatos de violencia entre grupos delictivos que habitan en los centros de rehabilitación social de todo el país, especialmente en la provincia de Loja —donde se vivía en relativa calma y control—, pero que, de un tiempo a esta parte, la institucionalidad del Estado estaría enajenada y puesta en manos de la delincuencia organizada; sin embargo, aún no se ha puesto en discusión sobre el ambiente de trabajo del personal de docentes para las personas privadas de libertad (PPL), quienes estarían viviendo entre el pánico y el acoso.

Rita, nombre protegido, le dijo a Diario Crónica que, en los últimos meses se ha incrementado el riesgo para laborar en los centros de rehabilitación de Loja; ya sea en el que está ubicado en la vía a Zamora Huayco, como también en el Centro de Adolescentes Infractores (CAI), ubicado en la subida al barrio Colinas Lojanas. “Todos los docentes pasamos sometidos a estrés porque hasta nos amenazan con secuestrarnos”, precisó al tiempo de denunciar que su situación no trasciende en la opinión pública porque no tienen las garantías para denunciar. “Los maestros guardamos silencio, por temor a represalias”.

Nuestra fuente sostiene que los docentes del CAI y del Centro de Privación de Libertad (CPL) Loja Nº1 estarían sometidos a demasiado temor, por los casos de violencia que se han dado en las cárceles. “Están gobernados por los reos, al punto que la última semana mataron a un detenido frente a sus hijas”, sosteniendo el pedido de volver a retomar la educación a distancia o de manera virtual, en lugar de hacerlo presencial.

Por su parte, Sara Reyes Espinosa, directora de la Unidad Educativa Fiscomisional Hno. Ángel Pastrana Corral (UEAPC), institución encargada de facilitar 16 profesores públicos, para 120 estudiantes, en un horario de 08h00 a 12h00, de lunes a viernes, en los centros de rehabilitación, para estudiantes de educación básica y bachillerato, dio a conocer que no se ha registrado ningún acto de violencia hacia los docentes. “Estamos trabajando ahí por más de 30 años y no se ha presentado ninguna situación a nivel de docentes; los estudiantes son respetuosos, y más bien los protegen a ellos”, contó la funcionaria siendo categórica en señalar que el ambiente laboral gozaría de tranquilidad. Además, comentó sobre la modalidad de estudios, la misma que se mantendría de manera presencial por la eficiencia en el proceso de enseñanza aprendizaje. “Cuando vivimos la pandemia adoptamos la modalidad virtual, como en todos los establecimientos educativos, pero no se la puede retomar porque lo mejor es el contacto del alumno con el docente, con el objetivo de ofrecer lo que se llama contención emocional y lograr la conexión externa en los privados de la libertad”, detalló.

Explicó que la institución facilita docentes a los centros de rehabilitación en todo el país, en los que no se ha registrado amenazas en contra de los educadores. “Nosotros tenemos maestros —en todo el sistema carcelario del Ecuador—, donde la violencia es más grave; se suspende el servicio por unos días, pero luego se retoman las clases”, afirmó la directora de la UEAPC. Añadió, que los conatos de violencia se estarían dando en horarios que no coinciden con la jornada laboral de los docentes en las cárceles. “Esos hechos se dan los fines de semana o en las noches y madrugadas, mas no en su horario de trabajo”, puntualizó.

Finalmente, Reyes Espinosa resaltó sobre el protocolo de la carta compromiso firmada al inicio de año lectivo, por parte del representante del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y Adolescentes Infractores (SNAI) y la UEAPC, así como los docentes, donde se aceptaría las condiciones de trabajo. “Después del último amotinamiento yo les pregunté a todos los docentes y ninguno me ha pedido cambio o que no quieren estar ahí; de ninguna manera”, pero además insistió que la visión institucional estaría ceñida por los postulados de monseñor Leonidas Proaño y el hermano Ángel Pastrana Corral. (I)

Dato

120 estudiantes de educación básica y bachillerato reciben clases en el centro de rehabilitación de Loja.