
Los docentes que pertenecen a la Unidad Educativa Fiscomisional Hno. Ángel Pastrana y que laboran en el Centro de Rehabilitación y de Adolescentes Infractores de la ciudad de Loja, visitaron Diario Crónica para dar testimonio de su trabajo con 120 educandos privados de la libertad.
Ofelia del Carmen Valverde Cabrera contó que ya son 28 años de trabajo en la institución educativa. “Estuve por el lapso de 4 años antes de la pandemia y durante la misma lo hicimos de manera telemática, pero ya volvimos a trabajar en modalidad presencial”, detalló al tiempo de resaltar su predisposición para ejercer su profesión en dicho centro de rehabilitación, ya que tendría cualidades adecuadas para desempeñar sus funciones eficientemente. “Los estudiantes son muy respetuosos, muy educados; al igual que las autoridades del centro, quienes nos dan todas las facilidades y nuestro desempeño es eficiente”, precisó.
La docente comentó que su especialidad es la Química, pero también imparte conocimientos relacionados a la formación humana de sus alumnos. “Nuestra institución se caracteriza porque no solo trasmitimos conocimientos, sino también valores, por eso es que en el centro de rehabilitación nos convertimos en los ‘segundos padres’ de los estudiantes, ya que ellos nos brindan mucha confianza y nosotros les damos mucho apoyo en la parte emocional”, sostuvo
Explicó que la jornada laboral que cumplen con los privados de la libertad inicia a las 08h00 y finaliza a las 12h00, de lunes a viernes, asistiendo 3 días al centro de mayores y dos en el de menores. “Sí se siente temor, como todos; pero gracias a la capacitación y formación en valores lo podemos superar”, comentó, cuando le preguntamos sobre el riesgo laboral.
Por su parte, Edison Michael Pinzón Pardo, docente de la asignatura de inglés, relató que lleva un año cinco meses laborando en la institución, cuya experiencia sería nueva en su carrera profesional. “Pienso que ha sido una experiencia bonita y uno como docente debe estar preparado para todas esas situaciones”, e insistió en el fomento de los valores a sus educandos, sin averiguar las circunstancias personales ni jurídicas de sus alumnos. “Primero ahondamos en la motivación que es importante y luego nos adentramos en los temas que debemos trabajar”, comentó cuando le preguntamos sobre la metodología utilizada. “En el tiempo que llevo, en ningún momento se han presentado inconvenientes”, más bien dijo sentirse respetado por los estudiantes y no han registrado problemas en las actitudes ni aptitudes en sus alumnos.
Finalmente, se dio a conocer que en clases los estudiantes no reflejan la problemática de un centro de rehabilitación y que más bien asisten a clases con la mejor predisposición a recibir conocimiento. “Incluso nosotros les agradecimos porque tienen la mejor de la aceptación con nosotros”, finalizó. (I)