
El concejal rural del cantón Loja, Patricio Lozano Lozano, estuvo en el programa Ojo Crítico de Diario Crónica, en donde dio a conocer el trabajo legislativo y de fiscalización en su paso por el Cabildo lojano —resaltando— la presencia del pueblo Saraguro.
Trabajo legislativo
Inició la conversación subrayando que su plan de trabajo se habría cumplido “en su gran mayoría”, especialmente en materia de legalización de tierras en sectores urbanos, pero sobre todo rurales. “Se hicieron dos ordenanzas; la una para todo el cantón, y la otra para lo rural, ya que anteriormente no se podía legalizar lotes pequeños en la parte urbana de las parroquias”, y destacó también una normativa para San Lucas, donde, por sus particularidades indígenas, se ha logrado el reconocimiento municipal, del catastro de sus territorios. “Fue un compromiso nuestro la legalización de tierras, especialmente en el sector rural”.
De la misma forma, dio a conocer su aporte en la normativa cantonal para el fomento productivo, con la finalidad de disponer una mayor participación del Municipio en la producción agrícola del cantón. “El Municipio debe apoyar mucho más a la producción, pero también facilitar las plazas de comercialización, destinando más espacios en los mercados de la ciudad”, en cuya gestión se habría conseguido un espacio definido y adecuado en el Puerto Seco Comercial de la ciudad. “Hemos dicho que se debe crear pasajes de comercialización, no solo para los productores, sino también para los emprendedores del sector rural”, señaló, al tiempo de recordar que la institución tiene la obligación, a través de los medios de comunicación pública, de la difusión y promoción comercial e incluso turística de las trece parroquias rurales.
Trabajo de gestión
El concejal rural también indicó que las gestiones realizadas durante su administración han estado relacionadas a canalizar la desconcentración administrativa del Municipio. “Esos bienes municipales en las parroquias rurales deben ser administrados por los gobiernos locales”, luego de lo cual, dependería del interés de cada presidente parroquial solicitar la administración de coliseos de deportes, por ejemplo. “En algunos casos de han donado casas comunales o terrenos”, entre las parroquias beneficiadas están Quinara, Santiago, Jimbilla y Chuquiribamba. “Siguen siendo del Estado, simplemente pasa administrar otro nivel de gobierno”, argumentó.
Fiscalización de presupuestos
En materia de cumplimiento de los presupuestos participativos, el edil reconoció la falencia administrativa para que se cumpla a cabalidad con lo planificado durante el año calendario. “Desde la comisión de presupuesto tratamos de canalizar mayores recursos a las parroquias y estábamos felices por lo conseguido, sin embargo, todo quedó en el papel”, confesó, añadiendo los inconvenientes que, a su criterio, habrían conspirado para evitar el cumplimiento por parte del Municipio. “Se cumplía con el porcentaje dispuesto por la ley, pero en la ejecución ya depende de la liquidez institucional y, sobre todo, de la voluntad política del alcalde”, aunque en mínimos casos los pretextos serían el cotejamiento de documentos y lentitud administrativa de las partes.
Reconoció que la fiscalización para el cumplimiento de los recursos económicos destinados a las parroquias sería el lastre de la representación rural en este periodo que fenece el próximo 14 de mayo. “Esta es la parte agria que me llevo, porque a pesar de exigir el cumplimiento del presupuesto, no se ha podido cumplir con el poquísimo dinero que se asigna a las trece parroquias del cantón”, cuyo monto de inversión llegaría USD 1’400.000 anual, en base al 30% dispuesto por la ley. “La disciplina en el manejo financiero es la parte fundamental, no solo para los gobiernos parroquiales, sino para los barrios, jubilados o acreedores”.
Brecha entre urbano y rural
El edil rural, con formación académica en economía, fue categórico en señalar la vigencia de la diferencia en la atención municipal entre la zona urbana y rural. “La brecha se mantiene”, aduciendo que un indicador sería la nula inversión pública municipal en el sector rural. “Si no existe obra, si no entregan los presupuestos a los gobiernos parroquiales, las brechas se mantienen”, se ratificó en la valoración horizontal de las condiciones territoriales; y recordó sobre la propuesta inconclusa de un proyecto de ordenanza para desconcentrar la institución. “Necesitamos compartir el poder administrativo que tiene el Municipio y, además, agilizar la gestión institucional, a través de la atención de ciertos trámites que se pueda dar en los distritos parroquiales”, incluso puso como ejemplo a la municipalidad del cantón Cuenca e incluso a la prefectura de Loja en la administración del exprefecto Rubén Bustamante Monteros. “Nuestros vecinos de Cuenca están transfiriendo los recursos a las juntas parroquiales, así como una exautoridad entregó el presupuesto participativo a dicho nivel de gobierno y no han sido glosados por la Contraloría General del Estado”, señaló.
Finamente, en relación a su rol como el primer representante del pueblo Saraguro en el Cabildo lojano, se le preguntó sobre el racismo en el cantón Loja. “Por lo menos se disimula mejor”, precisó, al tiempo de reconocer que habría un avance para superarlo; sin embargo, comentó sobre el trato diferenciado entre las parroquias noroccidentales y las surorientales. “En los últimos meses, el calor y la recepción de la gente ha sido muy acogedora”. (I)