Vicente Vivanco: “Hay que depurar el activismo”

En el programa Ojo Crítico de Diario Crónica, el activista ambiental, Vicente Vivanco Cruz, reflexionó sobre los procesos e inconvenientes de la lucha en la defensa del agua y la vida en la región sur del país.

El activista ambiental inició el diálogo precisando que el activismo por el derecho al agua representa una lucha desigual similar a una pelea entre un elefante y una hormiga. “Y no quiero dar un mensaje de que todo está perdido”, sino más bien como un análisis real de una actividad sin estructuras para que el debate sea mucho más equitativo con el poder y las corporaciones interesadas en afectar la naturaleza. “Tienen el Gobierno, la Policía, jueces, parte de la prensa; todo un aparataje, y van a territorio a comprar conciencias”, ya que, a decir del entrevistado, los activistas serían pocos frente a una gran mayoría de la población que es apática e indiferente a los riesgos que representaría la minería en las fuentes de agua.

A decir de Vivanco Cruz, el problema de la sociedad no sería de quienes son activistas o no, sino de quienes no hacen nada por impedir actividades extractivas. “¿Acaso las fuentes de agua, el oxígeno o los alimentos solo son consumidos por los activistas?, se preguntó, al tiempo de cuestionar las posiciones personas de quienes creen que el conflicto radica en diferencias entre mineros y opositores. “Es un tema cultural y de dominación ideológica”, resaltó, al tiempo de cuestionar la falta de unidad y conciencia social en defensa de intereses comunes en pequeños asentamientos humanos. “Si para una cancha o una vereda no se activan los vecinos, para una cosa más grande tampoco”, remarcó.

A su criterio, los mecanismos de dominación ya no serían la colocación de muros o centros de reclusión, sino más bien las ideas que han penetrado en la sociedad de hoy. “En nuestro cerebro está la idea de que no debemos activarnos”, y conjuntamente con los antivalores como el individualismo y apatía, las personas estarían actuando de manera apática frente a las necesidades de todos. “También hay miedo, que genera conformismo en una burbuja de comodidad hasta llegar a sedarnos para ni mirar el bosque”, señaló.

Emplazó sus reflexiones en dos parámetros de acción por parte de los estados frente a los intereses económicos, donde los ciudadanos serían desprotegidos de todo recurso legal. “La respuesta final del Estado es la violencia y el desalojo”, frente a dicha realidad recomendó hacer uso de la organización que permita resistir en cada territorio donde se genere los conflictos por la gran minería. “Para que no nos desalojen y no destruyan las fuentes de agua”, e ironizó el uso de recursos legales como las acciones de protección que terminarían en una pérdida de tiempo.

Reflexionó sobre el rol de ciertos activistas ambientales que no estarían siendo sinceros con sus bases, y más bien harían mal uso de la causa. “Son pocas voces las que dicen la verdad. Hay muchas voces, pero interesadas”, y lograrían decepcionar a la población, como las declaratorias de reservas hídricas o exhortos desde la Asamblea Nacional. “Ciertos activistas no están ahí para luchar sino para hacer plataforma, y estoy de acuerdo en depurar”, y lamentó que exista esa realidad, tanto que “no se puede tapar el sol con un dedo”. “Por ejemplo, la dirigencia de Pachakutik y la Federación Interprovincial de Indígenas Saraguros (FIS) están traicionando a sus bases”, y argumentó que mientras sus militantes están en contra de la minería, pactan políticamente con quienes serían prosistema para llegar a la prefectura.

También dio a conocer que, en el caso de las concesiones para prospección minera en el cerro de Fierro Urco, no se han cumplido con las formalidades constitucionales como la consulta previa, por lo que se habría recurrido a la justicia ordinaria, la misma que habría negado el derecho de sus comunidades a que deban ser consultados. “El mismo ministro del Ambiente sostiene en una entrevista, que no existe consulta previa en Gualel” y, sin embargo, los jueces de Loja habrían fallado en favor de la empresa minera.

Finalmente, Vivanco Cruz dijo que, “se pueden utilizar los procedimientos legales, pero hay que saber los límites, y, sobre todo, el alcance real de los gobiernos, porque con ley o sin ley, ellos hacen lo que les da la gana”, sentenció. (I)