Plan de gobierno del binomio Pérez-Pinela

El dúo Yaku Pérez-Nora Pinela aspira llegar a gobernar el país, el próximo 20 de agosto de 2023. Carlos, ahora “Yaku”, es oriundo de Cachipucara, Cuenca, provincia del Azuay, frisa los 54 años, de estado civil viudo, padre de dos hijas; es doctor en Jurisprudencia por la Universidad Católica de Cuenca, especialidad en justicia indígena, derecho ambiental, derecho penal y criminología; además tiene un Diplomado en Gestión de Cuencas Hidrográficas y Población. Es autor de los siguientes libros: “Yacu el pequeño león”, “La resistencia”, “Justicia indígena”; “Territorio, resistencia y criminalización de la protesta”; “Agua u oro: Kimsakocha, la resistencia por el agua”; “Consultas comunitarias en el Ecuador. Derecho irrenunciable de los pueblos indígenas”

Por su parte, su binomio Nory Pinela es guayaquileña, que participa por primera vez en un proceso electoral. Ha trabajado en una firma asociada a la construcción y tiene una amplia trayectoria en la academia. Según Pinela, ha llegado a un acuerdo con Yaku Pérez, en el sentido de que, si gana la Vicepresidencia, ella se encargaría de los ejes de salud y educación. En vista de que el partido de Yaku no está aprobado por el CNE, al binomio le apoyan la alianza “Claro que se puede”, conformada por el Partido Unidad Popular, el Partido Socialista Ecuatoriano y el Movimiento Democracia Sí, menos Pachakutik.

El plan de gobierno del binomio Pérez-Pinela gira alrededor de simbologías de cosmovisión. En la concepción del plan toma como principio el significado de la chakana o “escalera hacia lo más elevado” y se enfoca en cuatro ejes: seguridad, salud integral, educación y economía. Además, plantea limitar las actividades extractivas y como principio, toma en consideración a la persona como ser biológico. Su meta es hacer una “minka por: la seguridad, la economía, la ecología y la ética y gobernabilidad”.

En el eje de seguridad plantea: priorizar el combate a la delincuencia y la seguridad humana, combatir a la violencia de género, reestructuración del sistema carcelario. En salud integral preconiza: adoptar una visión holística de la salud que vaya mucho más allá del modelo tradicional de atención. En educación aspira: mejorar la educación pública, asegurando su gratuidad; implementar políticas de becas y créditos para combatir la deserción escolar. Y en economía propone: redistribución de ingresos, estabilidad institucional y transparencia; no se tomarán decisiones económicas con medidas macroeconómicas que perjudiquen el bienestar.

Es un plan escueto, concreto y realizable en un año y medio de gobierno, es decir, para lo Yaku llama gobernabilidad. Está concebido con verbos como priorizar, combatir, adoptar, mejorar, redistribuir que indican acción, o sea, realización. Se lo ve sincero, nada demagógico, porque en tan poco tiempo no pueden ofrecer tanto, a no ser que tenga la intención de proyectarse para el próximo periodo de gobierno. En política todo puede pasar, quien sabe si Yaku está dando el primer paso, o una especie de ensayo para granjearse el gobierno del año 2025, que dependerá mucho del trabajo y de las estrategias que adoptaría.