
Durante los meses más fríos del año, por la temporada invernal, muchos insectos, arácnidos y roedores buscan cobijo en las temperaturas agradables de los hogares o lugares abandonados; sin embargo, esto puede ocasionar enfermedades. En Loja, no existe institución pública que controle su proliferación, según investigador.
Etapa invernal
El Niño y La Niña son dos fenómenos atmosféricos importantes en la Costa del Pacífico —no es nuevo—, y Ecuador ha soportado, en varias ocasiones, los estragos de aquellos.
El investigador Rafael Morales Astudillo, en diálogo con Diario Crónica, señaló que ante la llegada de la etapa invernal no existe la suficiente preparación para amortiguar los efectos nocivos; tampoco hemos aprendido de las graves afectaciones que han dejado los fenómenos, sin contar que la mayoría de situaciones pueden proveerse.
Indicó que, “en el caso de Loja, la topografía es accidentada y hay bastantes pendientes, los cual tiene sus pro y contras: es positiva, en medida que las aguas pueden fluir hacia los ríos; y, negativa, porque en las partes altas están desprovistas de asfaltado o cobertura vegetal, lo que ocasiona que la lluvia acarree sedimentos y se acumulen en la parte baja, más aún tomando en cuenta que hay sectores donde está mal diseñado el sistema de drenaje”, dijo.
Agregó que esta problemática es conocida por las autoridades y, hasta el momento, no estamos preparados para un fenómeno muy fuerte.
“Una de las causas para desbordamientos e inundaciones es la falta de acuerdos entre los habitantes y las autoridades en el tema de la basura, es decir, los moradores la sacan, pero no es recogida a tiempo, esto ocasiona que los perros o el viento la esparzan en las calles y con las lluvias taponarán los drenajes; consecuentemente, culminará en una inundación, que al final puede provocar enfermedades —debido a que se mezcla con aguas servidas—”, acotó.
Animales
El investigador afirmó que, la presencia de las lluvias acarrea otros problemas, como la presencia de ratas, animales que pueden transmitir enfermedades. “Hay que entender que la tasa de reproducción de las ratas o ratones es enorme, por ejemplo, si hay dos adultas —en poco tiempo— habrá decenas de nuevos especímenes”, refirió.
Erradicarlas será imposible, tenemos que convivir con ellas porque son parte del equilibrio ambiental, pero lo primordial es controlar la cantidad: primero, con una adecuada clasificación de la basura y, luego, con un control químico —porque los gatos que existen en la urbe no se dan abasto—; así como también en sitios donde existe más basura y lugares abandonados: casas y lotes baldíos.
Subrayó que, a la par, con las lluvias aparecen los insectos que asimismo pueden transmitir una serie de enfermedades: chikungunya, zancudos y moscas.
“En Loja, no se ha visto ningún tipo de control de estos animales, peor una preparación para la etapa invernal, por lo que se solicita a la ciudadanía cerrar los lugares por donde puedan entrar los animales, botar charcas de agua y tener un buen comportamiento en el reciclaje de la basura, entre otros”, acentuó. (I)
Perfil
Rafael Morales Astudillo tiene 74 años de edad.
Por 33 años fue docente universitario.
En la Universidad Nacional de Loja obtuvo el título de ingeniero.
El máster, doctor y posdoctor en Ciencias Naturales de la Universidad de Francia.