
La romería en honor a la Virgen de El Cisne apoya al comercio local, principalmente de quienes se ubican a las afueras de la Catedral de Loja; sin embargo, la pandemia de la COVID-19 ha dejado grandes secuelas que aún no logran enmendarse en la economía del país.
Al llegar a la iglesia matriz de la ciudad de Loja, en cualquier época del año, se encuentra un total de 5 quioscos con reliquias religiosas en venta —a precios que van desde USD 1—; estos stands, con el arribo de la “Churonita”, intensifican sus ventas, así lo relató Mercedes Toapanta, quien pertenece a la Asociación Reina del Cisne (integrada por comerciantes de la Catedral, la plaza San Francisco, Santo Domingo y San Sebastián).
Mercedes lleva varios años dedicada al comercio de recuerdos en la Catedral, por ello, todos los años, en estas fechas, vive de cerca el gran movimiento en la ciudad debido a la popularidad de la Virgen, que atrae a miles de devotos de distintas partes del país, especialmente de Cuenca, quienes llevan recuerdos como estampas, rosarios, manillas y escapularios —previamente bendecidos por el sacerdote cuando pasa por los puestos comerciales—.
La Virgen está a pocos días de retornar a El Cisne, lugar donde habita la mayor parte del año, y aún se puede observar, desde tempranas horas de la mañana, varios fieles rezando y dejando velas y ofrendas a la Sagrada Imagen. No obstante, en estos años postpandemia, las ventas “han bajado bastante, pues el Ecuador aún no se recupera de los estragos económicos”. (I)
Dato
La Virgen del Cisne regresará desde la ciudad de Loja a su Santuario El Cisne el 01 de noviembre dde 2023