Jorge y Tamara: dos argentinos que han recorrido América en su “casa rodante”

Jorge y Tamara, dos argentinos que viajan por Sudamérica.

Viajar es el sueño de muchas personas y, para Jorge y Tamara, dos valerosos argentinos, esa pasión se ha convertido en su estilo de vida. Hace aproximadamente dos años, tomaron la decisión de salir de su país a bordo de su “casa sobre ruedas”, y desde entonces, han recorrido varios países de América del Sur. Entre los destinos que han tenido el privilegio de conocer se encuentran Bolivia, Perú, Chile, Uruguay, Brasil y Ecuador.

Más allá de los paisajes espectaculares, las experiencias culturales y las delicias gastronómicas que han experimentado en su travesía, lo que más valoran es la oportunidad de conectarse con personas de diferentes lugares. Para Jor y Tami, como son conocidos en redes sociales, viajar de la manera en que lo hacen les ha permitido establecer vínculos especiales con personas de todo el continente.

La etapa de su viaje que los llevó a la “República de Loja”, como cariñosamente la llaman, fue el resultado de un percance en su vehículo. Este incidente los obligó a buscar ayuda de emergencia en los mecánicos locales.

En diálogo con Diario Crónica, Jorge compartió que dicho problema surgió cuando ingresaron a Ecuador por la frontera de Lalamor, en el cantón Zapotillo. Aunque inicialmente su objetivo era conocer gran parte de la cultura ecuatoriana, ese deseo se vio truncado cuando su vehículo se detuvo en Catacocha, camino a Loja.

Para resolver la situación lo más rápido posible, se comunicaron a través de grupos de WhatsApp, donde no solo consiguieron el contacto de una grúa, sino también el de una hospitalaria familia lojana que les abrió las puertas de su hogar, incluso sin conocerlos. A decir de la pareja viajera, esta será una de las tantas experiencias que recordarán para siempre de su travesía aventurera.

Para Jorge y Tamara, su viaje por América ha sido un encuentro de “dos mundos desconocidos” que comenzaron a entrelazarse. La diferencia cultural entre su natal Argentina y los países que han visitado se ha convertido en una fuente constante de asombro y aprendizaje.

Una de las primeras diferencias que notaron fue la hora de acostarse. Mientras en Argentina la gente suele irse a la cama alrededor de la medianoche, en Loja, descubrieron que la gente prefiere descansar a las 22h00. Este contraste en los horarios es solo un ejemplo de cómo las pequeñas costumbres varían de un lugar a otro.

Asimismo, una particularidad culinaria que les llamó la atención fue la distinción entre la cena y la merienda. En su país de origen, estas son dos comidas separadas, pero en Loja utilizan los términos de manera intercambiable para referirse a la comida de la noche.

El tiempo y la distancia también toman un significado diferente en su vida itinerante. Mientras que para ellos el traslado de un país a otro es relativo y puede tomar hasta tres meses, han tenido la oportunidad de conocer diversos lugares y paisajes que quedan grabados en los recuerdos que van más allá de las fotografías.

Sin embargo, su aventura se ha visto momentáneamente detenida debido a un problema mecánico en su vehículo, lo que los ha llevado a quedarse cerca de dos meses en Loja, mientras esperan las reparaciones necesarias.

Durante su estadía en la ciudad, han enfrentado desafíos como vender artesanías para sobrellevar la situación, una actividad que solían realizar en los países que visitaban, pero esta vez, compartiendo su historia con la ciudadanía lojana.

Jorge y Tamara no han detenido sus viajes por completo, ya que planean regresar a su natal Argentina —una vez que su vehículo esté en condiciones—. Esta decisión no significa el fin de su espíritu viajero, sino una pausa para encaminarse hacia nuevos proyectos, como cambiar su vehículo y, posiblemente, expandir su familia. Esperan estar en casa para finales de noviembre, justo a tiempo para aprovechar la temporada de comercio en su país.

A pesar de que su estadía en Loja ha sido marcada por desafíos, Jorge y Tamara sienten que tienen una deuda pendiente con la ciudad y el país, debido a la generosidad y amabilidad que han experimentado en su camino. La pareja de esposos está agradecida por todas las lecciones que han aprendido y las conexiones que han hecho en su travesía por América. (I)