Resignificar vivencias

Por: Sandra Beatriz Ludeña

Este comentario tiene el deseo de entregar a mis lectores una alternativa que podría cambiarles la vida.  Lo digo, pues, en calidad de entrenadora de emprendedores, recibo en mi consulta a personas que se enfrentan a múltiples situaciones difíciles y al analizar cada caso, me he dado cuenta de que la mayoría de ellas, están degustando el sabor amargo de experiencias pasadas.  

Me he preguntado, ¿qué pasaría si pudiendo elegir entre muchísimos dulces de diferentes sabores, siempre eligiera el amargo?  Bueno, es esto lo que sucede a la mayoría de gente, que se concede el caramelo amargo, y por eso, nunca dejará de saborearlo.

Mi propuesta lleva consigo hoy, darnos vivencias más dulces.  ¿Qué quiero decir con esto?  En realidad, cuando revivimos nuestras experiencias pasadas, las más amargas, las más desagradables, no tenemos mejores opciones; funciona como un programa que inconscientemente elegimos, y del cual, aparentemente no se puede salir.

Mas, del análisis de mis experiencias, he encontrado la salida, porque personalmente lo hice, aunque la ciencia también la prevé.  Esta salida se llama Resignificar vivencias.   

En qué consiste este proceso de Resignificar lo vivido, bueno, lo voy a describir con una metáfora, es transformar el veneno del pasado en un poderoso energizante, tan potente, que podría mover el mundo.

Para esta propuesta he tenido que investigar cómo comprender al cerebro, aquella máquina misteriosa que habita en nuestra cabeza y que siempre busca patrones, conexiones, significados.  Saber dar las órdenes más favorables al cerebro es el reto, pues, con nuevas formas de ver o sentir esa concurrencia de circunstancias que nos llegan a la vida, el cerebro se ilumina y expande.

Tal iluminación es propiciar conexiones sinápticas, y en términos comprensibles, significa nuevas alternativas en la vida.  Además, el cerebro con conexiones variadas, se expande, y esto hace para nosotros un abanico de posibilidades de las cuales podremos elegir.

Pero, quién está acostumbrado a recorrer los caminos de pensamiento de la experiencia, lo que, a la final, lo lleva por las rutas de lo menos gratificante, se encuentra condenado a repetir las mismas experiencias.

Por todo lo explicado, afirmo que es posible transformar cada desafío, cada dolor en una oportunidad favorable, es cuestión de aprender a dar otro significado y crear caminos para los pensamientos. El poder de la resignificación es efectivo, ayuda a crear un mundo exitoso para quien lo emprende; ciertamente, lo he vivido, lo he practicado, y cada día de mi historia, extraigo resultados de esta poderosa técnica de programación mental.  Aprender a pensar es verdaderamente la clave.