Desaciertos de gobernabilidad

Alberto Chamba

Este gobierno se caracteriza por falta de lucidez y certeza en el manejo administrativo para conducir al pueblo por el sendero del desarrollo y seguridad social. La crisis económica y la cadena de corrupción administrativa y delincuencial heredada del anterior gobierno, se ha incrementado muchísimo más, el embrollo causado entre el gobierno y los países acreedores en la renegosación de la deuda externa con pagos anticipados aumenta el déficit presupuestario.

Los planes y proyectos caen en el vacío sin ningún sustento, se ha frenado la ejecución hasta de obras prioritarias de los gobiernos seccionales que inclusive reclaman estar impagos de sus salarios; para el colmo la crisis de la pandemia asentó el pie en el acelerador económico y la inseguridad social, como consecuencia la empresa pública y privada en su mayoría se han ido a la quiebra ocasionando el despido al menos el 40% de sus trabajadores sin recibir siquiera la liquidación de sus propios ahorros. Y precisamente cuando la empresa privada se esfuerza por mantener el equilibrio y evitar el despido masivo de sus trabajadores, el gobierno lanza el decreto del pago anticipado de los intereses de la empresa privada, por fin la corte constitucional en su mayoría sale al frente para declarar y constitucional el decreto ejecutivo número 1109; el decreto del feriado del 10 de agosto también fue inoportuno ya que la gente se desplazaron a los balnearios sin cumplir las restricciones ante el eminente peligro de muerte ocasionado por el virus y que al estado le corresponde velar por la salud y la vida de los Ecuatorianos.

Todos tenemos el deber y el derecho ineludible de trabajar al menos para sobrevivir en esta tragedia y necesitamos el apoyo del gobierno para mantener el equilibrio económico de la sociedad mas no el desconcierto que ocasionarían los desafueros del gobierno que lejos de dictar leyes en conjunto con legislativo para recuperar los miles de millones de dólares saqueados por el correato exfuncionarios en su mayoría siguen con altos cargos en las instituciones del estado, al igual que los expresidentes que saquearon al país sigue cobrando su sueldo vitalicio y embrollados en cadenas delincuenciales y traición a la patria, tienen la osadía de gritar viva la patria después de haberla ultrajado.

Todo esto pasa cuando el gobierno carece de liderazgo y ni siquiera tiene rasgos de un estadista, capaz de conducir al pueblo por el sendero del desarrollo y la seguridad social.

Por el derecho y la justicia social.