El agua, fuente de vida

El agua es única entre nuestros recursos naturales, porque, aunque es renovable, no es reemplazable. Disponemos de diversos sustitutos para las fuentes de energía y para la mayoría de los productos básicos, pero no los hay para el agua. Cuando se pierde o se degrada por la sobreutilización o la contaminación, no se la puede reemplazar. El agua limpia, sin contaminación, bacterias u otros agentes degradantes es el pilar sobre el que se apoyan las sociedades sostenibles, prósperas y equitativas. Una buena gobernanza de los ecosistemas que ofrecen agua potable de calidad es un requisito fundamental y en el que intervienen la cooperación de las empresas del sector privado, el gobierno a todos los niveles, las instituciones públicas, las comunidades indígenas y locales, las ONG y otros actores pertinentes.

Desde que éramos pequeños, en la escuela y colegio, nos enseñaron que el agua es fundamental para el desarrollo y existencia de nuestras vidas. El agua es esencial para la vida. Pero para millones de personas es un recurso muy escaso; por eso en todo el mundo se lucha diariamente para conseguir agua apta para el consumo y de esta manera poder atender a sus necesidades básicas. Millones de niños siguen falleciendo a causa de enfermedades transmitidas por el agua que en la actualidad si se pueden prevenir.

Los desastres naturales relacionados con el agua, cobran un alto precio en vidas y sufrimiento de las personas. Y con demasiada periodicidad, la sequía azota a algunos de los países más pobres del mundo y agudiza el hambre, la miseria y la desnutrición. En años anteriores se registraron adelantos importantes en la tarea de proporcionar a la población el acceso al agua potable libre de impurezas y a los servicios de saneamiento básicos.

Pero todavía hace falta realizar un esfuerzo para ampliar esos servicios esenciales a las personas que todavía no cuentan con ellos y que en su inmensa mayoría son pobres y débiles. El cumplimiento de las metas con el agua y el saneamiento es un paso decisivo hacia el objetivo final de abastecer de agua potable apta para el consumo y de servicios de saneamiento a todos los habitantes de nuestro planeta. Proporcionar acceso al agua y a los servicios de saneamiento es también fundamental para lograr los demás Objetivos de Desarrollo Sostenible como: mitigación de la pobreza, el hambre y la desnutrición, reducción de la mortalidad infantil, aumento de la igualdad entre los sexos, más oportunidades de educación y sostenibilidad del medio ambiente.

Además de satisfacer necesidades básicas, el agua contribuye al desarrollo sostenible en otras formas importantes. Es una de las principales fuentes de energía en algunas partes del mundo, mientras que en otras su potencial como fuente de energía todavía no se está aprovechando al máximo. El agua es necesaria también para la agricultura y para muchos procesos industriales y, en algunos países, forma parte integrante de los sistemas de transporte. El aumento de los conocimientos científicos ha hecho que la comunidad internacional llegue a apreciar mucho más los valiosos servicios que prestan los ecosistemas relacionados con el agua, desde el control de las inundaciones hasta la protección contra las tormentas y su purificación. Aunque algunos analistas predicen futuros conflictivos en relación con el agua, muchos países comparten con éxito cuencas fluviales, mares interiores y otros recursos hídricos, lo que demuestra que este elemento puede ser también un poderoso catalizador de la cooperación internacional. El agua, fuente de vida constituye una magnífica oportunidad para que la comunidad internacional procure elaborar un enfoque verdaderamente integrado de la gestión de los recursos hídricos del mundo, valore sus múltiples contribuciones al desarrollo, se dedique a buscar soluciones a los principales problemas de la disponibilidad de agua dulce y asegure la utilización sostenible de los recursos hídricos para las generaciones venideras.

Como sugerencia al presente es necesario una promoción eficaz y sostenida del agua, el saneamiento y la higiene a todos los niveles. Promocionar programas de educación sobre el tema en todas las escuelas y colegios, esto con seguridad surtirán un profundo efecto en la salud de los niños, en la enseñanza y el entorno del aprendizaje. Invertir en infraestructura de los servicios de saneamiento. La aprobación y el compromiso de la comunidad con el saneamiento han demostrado ser un factor decisivo para el logro de proyectos relacionados con el agua y el saneamiento. Las comunidades con poder de decisión deben administrar programas de abastecimiento de agua y saneamiento con resultados perdurables. ¡A cuidar del Agua!