Cartas al director

Señor Director:

“El encanto del último rincón” 

Es una mezcla de relatos biográficos, investigación histórica, poesía y uso apropiado de la palabra, lo que encontramos en “El encanto del último rincón”, de Oswaldo Burneo Castillo.  

Quizás eso explique por qué este libro, de contenido lojano e impacto nacional, va por su tercera edición (2020), y por qué Jorge Vivanco Mendieta afirma que el autor escribe “con verdadera pasión respetuosa de la verdad, de la que hace una búsqueda ansiosa y vehemente”. Si Benjamín Carrión refiriéndose a Loja dijo que era “el último rincón del mundo”, por su ubicación geográfica y la desatención gubernamental, Burneo se empeña por demostrar, con hechos, que su tierra encierra maravillas. 

Merecen reconocimiento aquellos que, como en el pasaje bíblico de Eclesiastés, administran el tiempo de tal forma que siempre alcanza para llevar a cabo las mejores realizaciones. Si se trata de hurgar en el baúl y en la biblioteca más añeja del ancestro familiar; si se rebobina y se vuelven presentes los momentos infantiles y juveniles; si se leen las obras de los grandes de la literatura mundial, nacional y local; si se indaga y se contrasta con la versión de uno y de otro investigador; si se extraen fragmentos poéticos y se seleccionan los propios; si, en fin, se “consigue” tiempo para la visita, la entrevista, el viaje, etcétera, con certeza el producto que se prepara será de magnífica calidad, y eso es lo que ha logrado Burneo Castillo. 

Por el libro –magnífico, también, para la consulta-, transitan fundadores, patricios benefactores, religiosos, federalistas, escritores, periodistas, artistas, poetas, políticos, funcionarios, entre otros. Igual, riéganse las bondades de la tierra, los emprendimientos, las exportaciones, la banca, los servicios, la educación. Aclara que no fue el 18 de noviembre de 1820 la independencia de Loja, como se celebra, sino que la verdadera fecha fue el 17 de febrero de 1822. Que aquí Simón Bolívar se inspiró y escribió “Mi delirio sobre el Chimborazo” (octubre 1822), y que él, entonces, decretó para la Virgen del Cisne el título de Patrona de la Provincia. 

Y como dice doña Fina Crespo con toda la razón: este libro es también una forma de viajar por estos lares. 

Cordialmente,

Jorge A. Gallardo Moscoso