El lunes 08 de los corrientes entrevistamos al párroco de Quilanga, quien nos informó que durante la pandemia de COVID-19 decenas de ciudadanos residentes en el cantón se contagiaron con la enfermedad, de los cuales 5 fallecieron, lo que podemos considerar como un número bajo para todo un cantón.

Cuando se detectaba que alguna persona estaba contagiada inmediatamente se la trasladaba a los hospitales de Cariamanga y Loja. En la actualidad toda la población adulta se halla vacunada con las dos dosis y todos los menores por lo menos con una dosis.

Para el sacerdote la pandemia tuvo una consecuencia positiva para Quilanga, consistente en la reunificación de las familias, pues muchos padres que estaban trabajando en otros lugares regresaron a sus casas, para proteger su salud y se han quedado porque han podido trabajar en las actividades agropecuarias.

Construcción de la nueva iglesia

El terremoto del 16 de abril de 2016 desquició la iglesia de Quilanga lo que obligó posteriormente a disponer su clausura tanto por parte de Patrimonio Cultural como del Obispo de Loja. Como no era posible salvar al edificio no quedó otra solución que la de demolerlo, como se hizo en efecto. El 2018 se inició la construcción del nuevo templo, con las contribuciones de los fieles y la colaboración del Municipio, para hacer una réplica del anterior.

Se ha estimado en 2 millones de dólares el costo de la construcción del nuevo edificio, con materiales más duraderos que los anteriores. Hasta el momento se cuenta con un avance del 70% de la obra, Se espera alcanzar un importante avance en los 3 meses siguientes con el producto de las limosnas y contribuciones que entreguen los devotos del Cristo Pobre, que vendrán a celebrarlo el próximo 28 de noviembre. (CACJ)