Inocentes amiguitos

Efrén Sarango

En su mundo de ilusiones,
de colores, fantasías,
solo caben alegrías
y agradables emociones.

Son los niños del presente,
del mañana y del futuro,
son la luz omnipotente,
que se yergue sobre el muro.

Son la paz en su mirada,
en su mundo de inocencia,
saturados de paciencia,
que se siente en la palmada.
Carcajadas, albedrío,
en sus vastos universos,
van por sitios muy diversos
como gotas de un gran río.

Verdes prados en sus ojos,
en sus dedos infinitos,
en sus portes pequeñitos,
que derriban los abrojos.
Son amena compañía
en las horas angustiosas,
basta un has de su alegría
para hacer la vida hermosa.

Todos ellos importantes,
todos ellos bondadosos,
todos ellos primorosos
todos ellos descollantes.
Son un mar con su energía,
todo el día en sus carreras,
y se buscan las maneras
para hacernos un gran día.

Manos listas, dadivosas,
para hacer de su existencia,
el ejemplo que en esencia
nos perfuma como rosas.
Niños dulces, niños bellos,
con carita de manzana,
calidez de la mañana
y en la noche son destellos

Hoy les rindo mi homenaje
con mi verso más florido,
con mi pecho desprendido
a tan gratos personajes.
Quiera Dios que su existencia
sea larga, productiva
y que el bien y algarabía
acompañe en su presencia.