Lo obvio no tan obvio

Diego Lara León

El término obviedad, según cualquier diccionario significa, “cosa clara o muy evidente”. En el diario acontecer de la familia, de la empresa y de la sociedad, existen obviedades que no requieren mayor análisis, pero también existen cosas que deberían ser obvias pero que al final no lo son tanto.

En el mundo empresarial debería ser una obviedad, el decir que los empresarios, los colaboradores y sobre todo los vendedores de una empresa conocen el producto que venden. Pero no, existen vendedores que no conocen lo que venden. Nos ha sucedido a muchos que vamos a una tienda, una farmacia o supermercado y los vendedores desconocen el origen o las propiedades de un producto que queremos comprar.

Hace unos días visité uno de los cantones de la hermosa provincia de Loja y quien me atendió en el hotel donde me hospedé desconocía absolutamente de los atractivos turísticos que ese lugar ofrece, no tenía ni idea de un atractivo natural que consulté, sin embargo, aquel atractivo estaba a menos de 10 km del hotel. Si ven que no es tan obvio que alguien que está en una línea de negocio conozca sobre ese negocio.

Otra obviedad es creer que las herramientas disponibles se usan. Existen herramientas adquiridas por una empresa, pero que nadie ahí sabe usarlas.  En este apartado existen muchos ejemplos, como aquel repartidor de productos comestibles que tuvo que ser rescatado en una vía de tercer orden, porque no tenía idea de usar la doble trasmisión del carro que la empresa le proporcionó, o aquel emprendedor que no pone su emprendimiento en el formato virtual, pese a tener todas las herramientas tecnológicas en su mano, o el empresario que aún no tiene idea de cómo mantener reuniones virtuales en pleno 2022. Y lo peor es que aun escuchamos la mediocre justificación de “es que no me llevo con la tecnología”, esto es inconcebible hoy en día.

Aun se toman decisiones sin estar bien informados. Esta es otra obviedad no obvia. Hoy en día estar poco, mediana o totalmente informado no es suficiente. Ahora es necesario pasar de la información al conocimiento. Tema fundamental si vamos a actuar, decidir o aplicar estrategias basadas en aquella información. Muchas veces aquí he comentado sobre el daño que representa para la sociedad el que varias personas hagan juicios de valor, sentencias y construyan verdades a partir de información a medias y muchas veces erróneas, información obtenida por ellos en titulares de publicaciones de redes sociales y en algunos casos de los famosos memes.

Sigamos con las obviedades. Es común que los empresarios busquen que su empresa crezca. Pues existe quienes juegan a mantenerse y eso es jugar a perder. Cuando vivimos tiempos de contracción en la economía nacional, el mantenerse es decrecer.  Todos sabemos que atravesamos tiempos complejos, que los mercados se han contraído, que la demanda se ha reducido, por lo tanto, una estrategia equivocada sería “mantener el negocio”, porque bajo ese contexto, mantenerse es decrecer. Lo lógico para mantenerse es crecer y equilibrar con crecimiento esa contracción del mercado.

También debería ser obvio pensar, actuar y trabajar bajo la premisa que el COVID aun no se ha ido, lo mismo que sus efectos en la salud y en la economía. Sin embargo, en algún momento de estos últimos meses, todos hemos actuado como si aquel indeseable bicho ya se fue. Grave error, sigue aquí y seguirá por un buen tiempo. Ya sabemos como se comporta, ya sabemos como podemos generar un mínimo equilibrio entre salud y economía.

Finalmente, parafraseando me atrevo a decir: “Cuidando como obviar las obviedades no tan obvias.                                  

@dflara