Diego Lara León

El gobierno ecuatoriano hace varios meses tomó la decisión de mantener el subsidio a los combustibles, luego de un proceso de eliminación paulatina de estos, lo que generó varias protestas de grupos sociales.

Hoy en día de entre todos los derivados de combustible, uno de los que no tiene subsidio, es decir, su precio nacional depende del precio internacional, es la gasolina súper, que ante el incremento sostenido del precio del petróleo, está a punto de alcanzar los 5 dólares por galón.

Pero veamos qué impacto tiene el incremento constante que ha sufrido este tipo de gasolina en el Ecuador.

El consumo interno de derivados está clasificado de la siguiente manera: El diésel es el derivado que más se consume en el Ecuador, el 35,1% de todos los combustibles que se consumen corresponde al diésel, que a su vez es el más utilizado en el transporte y usado también en la pesca y en la industria manufacturera. El Estado ecuatoriano según la proforma presupuestaria para el año 2022, destinará 406 millones de dólares para mantener el actual precio de venta al público del diesel en el Ecuador.

El segundo derivado más consumido en nuestro país es la gasolina extra y eco país. El 27,7% de todo el combustible que se consume corresponde a estas gasolinas. Sin embargo, la cantidad de dinero que el Estado destinará para cubrir el subsidio en el 2022 es de 52 millones de dólares, es decir, 8 veces menos recursos que los destinados para cubrir el subsidio al diésel.

El tercer derivado más consumido en el Ecuador con el 15,2% es el gas licuado de petróleo, que es muy usado para consumo doméstico. Pero pese a ser el tercer derivado más consumido, es de lejos el que más dinero recibe por parte del Estado para mantener su precio, el subsidio anual al gas asciende a 768 millones dólares.

Un combustible muy usado para la industria como es el fuel oil y otros más, representan el 18,9% del consumo nacional de combustibles, el subsidio anual por parte del Estado no llega a los 20 millones. Lo que preocupa al sector productivo es que en estos últimos 3 meses este tipo de combustible ha subido en promedio 78%, presionando fuertemente los costos de producción.

Lo que más revuelo ha causado en la opinión pública es el incremento de precio de la gasolina súper, sin embargo, este tipo de derivado apenas es el 2,5% del total de combustible que el Ecuador consume de forma anual.

Creo que es mas importante analizar lo que está sucediendo con el combustible que es usado en la industria, que es la mayor generadora de fuentes de empleo y divisas para el país.

Vivimos un importante fenómeno económico mundial con el incremento sostenido de la inflación global. Este incremento de precios en todo el mundo está generando una presión muy fuerte en el costo de materias primas, insumos y logística. Si a esto le sumamos el incremento en el precio de los combustibles de uso industrial, nos enfrentamos sin duda a una subida de precios que, no generará más utilidades a los inversionistas, sino que únicamente permitirá alcanzar puntos de equilibrio.

Auguro que la discusión de este importante problema que enfrentamos no se quede en lo mediático que puede ser el precio histórico de la gasolina súper, que como lo explico no representa ni el 3% de consumo interno.

Uno de los parámetros fundamentales para ser competitivos en los mercados más exigentes como son los internacionales es el precio de los productos, y para ello no solo hace falta ser más eficientes, se requiere política pública que apoye y fortalezca al sector productivo nacional.