A Luz Eufemia – nuestra madre….

Hoy como todos los años tus hijos y familiares queremos brindarte estas pequeñas palabras madre nuestra, para decirte que te recordamos con el mismo cariño y amor de siempre. No estás aquí con nosotros, pero sigues en nuestro espacio, mentes y corazones. Querida Luz Eufemia… madre amada, madre amiga, Quisiéramos que te escapes un momento del cielo para dejarnos nuevamente sentir tus besos y abrazos, para poder escuchar tus risas, tus consejos, esos que siempre nos consolaban y nos hacían sentar los pies sobre la tierra.

Escápate para ayudarnos a ser fuertes, tan fuertes como tú lo eras.  A veces nos convertimos en egoístas y me pregunto ¿por qué tuviste que partir?, ¿por qué tuviste que apartarte de nuestro lado cuando más te necesitábamos? Nosotros sabemos que querías quedarte siempre junto a nuestro lado y a pesar de que siempre supimos que existía un final, tu partida fue algo que nunca vamos a poder aceptar. Parte de nuestras vidas se fueron contigo a ese cielo lleno de estrellas, pero una gran parte de ti quedó viva dentro de todos tus hijos y allegados. Extrañamos enormemente escuchar tu voz, tus manos pasar sobre nuestro rostro para hacernos sentir en paz y tranquilidad, extrañamos tus regaños y la forma en la que nos hacías entender las cosas, pero, sobre todo, extrañamos cuando solucionábamos esos problemas y los sellábamos con un abrazo. Ahora entendemos que nuestras discusiones eran una verdadera simpleza, pero las volveríamos a vivir muchas veces más con tal de tenerte a nuestro lado. Recordamos cómo nos desesperábamos por enseñarte y comentarte cosas de nuestros trabajos, nuestros hijos, esos detalles hacen que valore más los momentos que pudimos aprovechar a tu lado. Extrañamos que nos llevaras a la escuela, a la calle y sobre todo a las fiestas familiares, mismas que nos hacían sentir y estar en casa. Extrañamos esos chistes que hacías con Clotario Antonio, nuestro Padre y presenciar esa forma de quererse tanto, extrañamos cómo demostrabas lo mucho que nos quisiste. Nos enseñaste lo que es ser feliz, lo que es la bondad, el amor y sobre todo el respeto a los demás, valores indispensables para formar una familia como la que tu supiste edificar. Fuiste, eres y siempre serás nuestro ejemplo a seguir y tu recuerdo se transformará en vida cada vez que pensemos en ti Luz Eufemia, nuestra querida y honrada Madre. Llevamos en nuestra memoria cada momento compartido, cada consuelo, cada caricia y tu corazón cerca del nuestro. Nos harás falta en cada etapa de nuestras vidas, pero estamos seguros que siempre guiarás nuestro corazón hacia un rincón donde podamos encontrarte, donde encuéntrenos la luz en el centro de la oscuridad. Ahora tenemos allá arriba, entre las estrellas, a alguien que nos quiso con todas sus fuerzas, a alguien que nunca olvidaremos jamás: Luz Eufemia. Nuestra Madre. Te adoramos con nuestras vidas.

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