Loja de café tradicional

David Rodríguez Vivanco

El café lojano ha sido tradicional no sólo por ser la bebida loada en toda la mesa y acompañada de dulces, pastas y frituras, sino también porque constituye el oro verde de los lojanos.

Para los solares conventuales trajeron los franciscanos el café. El más popular conocimiento que se tiene en Loja sobre el origen del café es que esta planta es originaria de África. Desde allí fue traída a Arabia y de Arabia pasó a América en los días de su colonización. Se dice también que el café fue conocido en Europa con motivo de la conquista de Viena por Solimán, en 1529; que los turcos, en su derrota, dejaron unas bolsas de kahwa y que los prisioneros enseñaron su preparación. De Europa pasó a la Guayana y de allí a Brasil y otras naciones sudamericanas. La prehistoria también nos dice que fueron los jesuitas los primeros que plantaron el café en los suelos coloniales franceses y los de la Real audiencia de Quito.

El cultivo del café está muy arraigado en todas las zonas subtropicales de la provincia por los siguientes beneficios que presenta: aprovechamiento técnico de algunos bosques y formación de otros (zona de Olmedo) con frutales como la guaba (panaco), para el aprovechamiento de la sombra; estos bosques conservan la humedad; el cultivo no necesita de implementos agrícolas costosos sino los que puede adquirir un campesino pobre; si aprovecha el trabajo familiar a más de los peones femeninos, etcétera.

Los cultivadores de café generalmente son hombres de auto formación agraria y elucubradora. Han llegado a ser propietarios tras muchos esfuerzos y representan intrínsecamente los mejores agricultores; no han dispuesto de ayuda técnica, sino en los actuales momentos, ni de ser inicio de crédito bancario en la mayor parte de los casos. Luchan para producir y hasta para vender a los oligarcas de la exportación.