A la deriva

Efrén Sarango

Preso de amor en la silente tarde

del ocaso felino compañero,

tierno de amor no duradero,

vuelve tu aroma que muere y que me arde

Ha de ser tal vez otrora prisa

la que lleva el alma alborotada,

presa tal vez, esa sonrisa

que se dibuja sola entusiasmada

Nada verás en tu contorno

nada de paz en tus pupilas,

las rojas, las verdes y las lilas,

y todo aquello que es bestial adorno

Será tu futuro no previsto,

el mismo de pasado a la deriva,

será tal vez la rabia por la vida

aquella que tus ojos no hayan visto

Extremos de los labios recurrentes

y dardos en el fuego edulcorados,

aquellos que se caen asombrados

de todas las ventiscas y corrientes