
Los moradores de los sectores aledaños al Centro de Privación de la Libertad N 1 de Loja se muestran preocupados ante los incidentes que se han registrado en los últimas semanas. Llaman a las autoridades a tomar cartas en el asunto.
Temor
Intentos de amotinamientos, peleas, presos de bandas de alta peligrosidad y detonaciones de artefactos explosivos, son algunos de los inconvenientes que aqueja a este centro penitenciario.
Los habitantes que viven a escasas cuadras de la cárcel, tras los últimos dos incidentes (detonaciones) en menos de 15 días, revivió el temor y preocupación por lo que pueda suceder después, más aún con la detención e ingreso de integrantes de una banda criminal, quienes atentaron contra la vida de un joven, en el barrio Daniel Álvarez, la semana pasada.
Angela T. P., moradora del barrio El Panecillo, dijo que ella junto a su familia viven con miedo que en cualquier momento se desate una masacre como en otras provincias. “Cuando fue la última detonación se escuchó un sonido espantoso como si estuviera demoliendo casas, que incluso mi vivienda vibró”.
Mientras que, Andrés C. T., también morador, puntualizó que están a la deriva porque no hay cámaras de videovigilancia en los alrededores, los patrullajes no son constantes y siempre por nuestro barrio llegan personas extrañas (nunca las hemos visto) a merodear la cárcel, lo cual genera más temor.
A decir, de Cristina A. A., madre de un preso que cumple una condena por robo, agregó que los reclusos y los familiares son amenazados por reos de otras provincias que deben pagarles para mantenerlos seguros, caso contrario atentarían contra su vida. “Nosotros con lo poco que tenemos tratamos de ayudarles, pero a veces es imposible porque no hay de donde obtener dinero”.(I).