En este contexto, Loja obtiene su independencia

“El 9 de octubre de 1820 se produjo la Revolución de Guayaquil; el 3 de noviembre de 1820, Cuenca protagonizó una de las epopeyas más importantes de la independencia, Loja el 18 de noviembre del mismo año, protagoniza su rebelión en una manifestación cívica de carácter popular.”[1]

[1] CRÓNICAS AL MARGEN DE LA HISTORIA DE LOJA Y SU PROVINCIA, Pío Jaramillo Alvarado, 1974, Pág.21

Al obtener la libertad de Cuenca, Vásquez de Noboa invita a Loja a sumarse a la causa libertaria, pero,¿ el cabildo Lojano integrado casi en su totalidad por patricios guiados por la Corona, cuyo regidor de la época era Don Pío de Valdivieso quien, contestó en forma negativa al documento; pero, el pueblo se enteró de esta posición y no hizo esperar su respuesta de rebeldía. (En esta ciudad, el proceso libertario no se produce de la misma manera que en otras ciudades del país ya que, se tenía un cabildo netamente realista que llevaba la negativa y se; encargó de sabotear el pronunciamiento de la población contra el régimen colonial). Es así que, en la tarde del 18 de noviembre de 1820, previa convocatoria de Ramón Pinto, José Gabriel Peña, Nicolás García, José Picoita y Manuel Zambrano, una multitud de personas se reúnen en la Plaza de San Sebastián y avivando la causa de AMÉRICA LIBRE recorren las calles hasta llegar a la Plaza Mayor. Este acto ocasiónó que, al día siguiente, Don Pío de Valdivieso (defensor integérrimo de la permanencia del régimen monárquico)simuló respetar el movimiento popular, y logró conseguir que los dirigentes de éste, concurriesen con todos sus adherentes, a una reunión general en la plaza principal de la ciudad de Loja para deliberar y tomar una resolución conjunta.

“En el documento que se ha conservado, el alcalde denuncia su plan de anular el movimiento patriótico, pues dice:  que no esperándose en esta débil ciudad un movimiento como el que experimentó la noche anterior  (18 de noviembre de 1820,) en el que juntándose unos pocos individuos del pueblo, en el convento de San Sebastián, en donde procuró saber sus deliberaciones, el resultado de esto fue que, salieron por las calles cuatro o cinco hombres, con la gritería de muchos chiquillos, con tambor y pito, proclamando, Viva la libertad y la Patria.”[2]

 2 CRÓNICAS AL MARGEN DE LA HISTORIA DE LOJA Y SU PROVINCIA, Pío Jaramillo Alvarado, 1974, Pág.22

“Se presentó en una mesa dos pliegos de papel para que se firmaran en pro o en contra, los concurrentes divididos en dos bandos (realistas e independientes) ante esta manifestación, el elemento revolucionario se abstuvo de suscribir y reclamó diciendo, lo primero que se debe hacer es destituir al alcalde Valdivieso, por autoritario y monarquista. Al ver tal desorden, se depositó la vara de la justicia en Don José María Torres, alcalde de segunda nominación con aprobación general, sin quedar ningún funcionario en el pueblo hasta el día siguiente.”[3]

3 CRÓNICAS AL MARGEN DE LA HISTORIA DE LOJA Y SU PROVINCIA, Pío Jaramillo Alvarado, 1974, Pág.22

Estos antecedentes demuestran dos cuestiones evidentes: Que el movimiento patriótico estuvo representado el 18 de noviembre, no por cuatro personas y una escuela de chiquillos, sino por una agrupación respetable y numerosa; y qué sin embargo por el arbitrario proceder del alcalde Valdivieso para anular el movimiento cívico, lo único que consiguió en la plaza mayor fue que, se le despoje del cargo que poseía y fue reemplazado por el alcalde Torres.

Se llamó a una nueva reunión, en la que los independientes no asistieron y los que firmaron fueron los del pliego de la derecha, la adhesión al rey, los personajes de acuerdo a la rebelión esperaron a ver que le respondían los realistas a Cuenca en su sentido libertario y se enfocaban en el peligro inmediato ya que, al no pronunciarse, los militares ocuparían todo el territorio de Loja y su adhesión administrativa a una Capitanía General con sede en Cuenca.

Pasaron los días y continuaban sin pronunciarse, entonces la iglesia y sus clérigos, convocan al pueblo en cese de pronunciamientos, contra el gobierno, lo cual conlleva a reuniones, y celebraciones de eucaristías. En ese contexto empieza a forjarse una sociedad que vence a la adversidad para mostrar una actitud progresista, con ánimo de cambiar su vida ante la carencia de atención a nuestra provincia, carencia que hoy en día sigue existiendo.

Pasó algún tiempo y en 1822 con la llegada de Bolívar a Loja acompañado de su ejército, incentivan a la población a conformar el ejército del sur y proclamar su independencia definitiva.

Es por esto que, el acta de independencia de Loja siendo el documento más importante de nuestra historia social, se inscribe el 17 de febrero de 1822 en la plaza central, reuniendo a los poderes más representativos como: El pueblo, la municipalidad, la nobleza y el clero en asamblea donde, se realiza el juramento de la independencia de Loja al gobierno español, y se reconoce la lealtad a la república de la gran Colombia, reconociendo a las autoridades legítimamente constituidas. Este acto libertario conlleva, no solo las firmas de sus adherentes, sino la conclusión de 275 años de colonia española en esta ciudad dejando atrás, toda una época de dominio y esclavitud.

El documento reposa en el salón de cabildo de la ciudad de Loja y revela el objetivo que se planteó la tarde y noche del 18 de noviembre de 1820 en la plaza de san Sebastián desfilando y proclamando la independencia de Loja.

Historia e investigación: Arq. Alexandra Silva Cárdenas.

                          Aportes e ilustración gráfica: Arq. Belén Oviedo González.

Foto 1. Reconstrucción e ilustración gráfica de la Plaza e iglesia de San Sebastián, calle Bolívar y Mercadillo año 1908

Foto 2. Reconstrucción e ilustración gráfica de la Plaza e iglesia de San Sebastián, calle Bolívar y Mercadillo, año 1938