Las confesiones y actos de fe marcan la Semana Mayor

Aunque la modernidad del mundo actual provoca varios cambios, el sacramento de la confesión y comunión incrementa en Semana Santa. Desde tempranas horas inicia la labor de los sacerdotes, encargados de recibir a los fieles, quienes llegan en gran número.

Desde inicios de la Semana Mayor, los horarios de eucaristías, en diferentes iglesias de la urbe, fueron ampliados para cumplir con los distintos actos de fe.

De igual forma, también existen entre tres o cuatro sacerdotes quienes escuchan las faltas o agravios, expuestos por los feligreses. Una decena de fieles católicos, especialmente de edad avanzada, no pierden la costumbre, como les inculcaron sus padres, de practicar este sacramento.

El padre Walter Ramírez Cueva, de la parroquia eclesiástica San José de la ciudad de Loja, en diálogo con Diario Crónica, explicó que uno de los mandamientos de la santa madre Iglesia es confesarse, al menos una vez al año, y comulgar por pascua de resurrección.

“El sacramento de la confesión también es llamado de la penitencia y perdón de los pecados”.

Concurrencia

Esta práctica, aunque los años pasan, aún se mantiene. Y cuando inicia la Semana Mayor existe una mayor concurrencia de ciudadanos.

En el templo de San José, de experiencias anteriores, existe más afluencia el Jueves y Viernes Santo.

“De 30 a 40 personas acuden durante el día, no solo para confesarse, sino también para recibir una dirección espiritual”, precisó el padre Ramírez.

Crecer

Sacerdotes, desde sus confesionarios, atienden a los devotos quienes llegan a contar las faltas cometidas.

Aunque en la actualidad, “vivimos en una sociedad distinta a la de 30 o 40 años atrás. Debemos retomar esta experiencia del encuentro con Dios”.

La mayoría de personas que practican este sacramento son adultas. “Es un reto para nosotros motivar a los chicos de la catequesis a confesarse”, concluyó el párroco de San José.

Juan Calor Suárez, lojano, dijo que, a sus 55 años, y desde que hizo la Primera Comunión, siempre acude a confesarse. “Aprovecho la Semana Santa para pedir perdón por los pecados cometidos”. (I)