Mon. Walter Heras: “La Semana Santa nos invita a pensar en nuestra vida espiritual”

Monseñor Walter Heras Segarra, obispo de Loja, habló para Diario Crónica y resaltó la importancia de cada acto litúrgico que se desarrolla durante la Semana Santa, pero sobre todo los días Jueves y Viernes Santo.

Comentó que el Jueves Santo se llevan a cabo varias actividades que convocan a millones de personas en todo el mundo —quienes se involucran para llenarse de espiritualidad— ya que se inicia con la instauración de la eucaristía. “Este día para nosotros es muy importante, ya que Jesús quiere dejarnos ese legado, con su presencia en el pan y el vino; cuando dice, este es mi cuerpo y esta es mi sangre. También es un gran día por la institución del sacramento del orden sacerdotal”, debido a sus palabras de “hagan esto, en conmemoración mía”, como una orden de repetir su misión.

Otro de los actos de gran significado para el mundo católico, sería la ceremonia de “lavatorio de los pies”, cuyo significado estaría relacionado con el servicio al prójimo. “Así como Jesús lavó los pies a sus discípulos, nos enseña que siempre debemos estar al servicio de los demás”, todo esto integrado al mandato de amarse unos a otros bajo el principio de hermandad. “Por eso el Jueves Santo es un día tan lindo para que nosotros vivamos ese encuentro con el Señor, y también en cercanía con los demás”, señaló al tiempo de marcar la necesidad de generar un acercamiento con quienes se tenga diferencias o enemistades. El Señor nos pide amar al prójimo como a nosotros mismos; que seamos más cercanos, haciendo uso del perdón”.

Asimismo, en este viernes está prevista la celebración de varios actos religiosos de igual importancia espiritual. “Tenemos el viacrucis, la pasión del Señor y luego para llegar a la gloria de la resurrección”, destacando la simbología del ayuno, como un acto de penitencia de la banalidad de la vida. “Es un camino de fe y esperanza para que nos fortalezca en nuestra vida espiritual. Siempre estamos dedicados a cuidar la figura del cuerpo, mientras que el ayuno nos hace cuidar la parte interior; haciendo ese sacrificio de no comer, nos hace pensar que tenemos una vida interior”. Resaltó la participación y concurrencia de la Iglesia católica en las diferentes actividades, desde el Domingo de Ramos. “La afluencia de fieles a sido muy grande, y a diferencia de años anteriores, la gente está regresando a la confesión porque siente la necesidad de reconciliarse con el Señor y con sus hermanos”, recalcó.

A decir de Monseñor Heras Segarra, los actos litúrgicos en las parroquias y cantones de la provincia de Loja están a cargo de cada uno de los sacerdotes encargados de sus feligresías, con base en la planificación establecida. “Cada parroquia tiene planificado y organizado con base en el Plan Operativo Anual (POA), que tenemos como Diócesis, de tal manera que se cumple a cabalidad con la programación”, y recordó el caso de la parroquia urbana El Sagrario, donde desde haces muchos días se habrían difundido los eventos a cumplir durante toda la Semana Mayor. “La concurrencia a los actos en la Semana Mayor debe ser completa, desde la cena del Señor hasta terminar en la Pascua de Resurrección; no se puede decir que ‘voy solo el Viernes Santo a la iglesia’”.

El prelado de la iglesia católica en Loja insistió en la urgencia de rescatar y promover los valores humanos para alimentar la espiritualidad de las personas. “Tenemos que recordar que Dios nos ha creado para que seamos hermanos, por lo tanto, hay que fomentar la hermandad; tampoco olvidarnos del mandamiento de amarnos los unos a los otros, el perdón que tenemos que dar a los demás, sacar de nuestra vida el resentimiento, y practicar la reconciliación”, y apeló a la educación en valores para combatir los males sociales, como la violencia e inseguridad que vive el Ecuador. “Si uno se forma desde pequeño en el respeto, honestidad, en una cultura de no violencia y la responsabilidad, estaremos construyendo una sociedad mejor”, sentenció.

Finalmente, se dirigió a los lectores de Diario Crónica recomendando priorizar la parte espiritual del ser humano. “La Semana Santa nos invita a pensar en nuestra vida espiritual, en nuestro corazón y sentimientos; porque tenemos un cuerpo, pero también un espíritu, y ese espíritu debe estar cuidado”, definió.