
En la parte alta de la quebrada Jipiro, noreste de la ciudad, el propietario de un terreno ingresó un tractor para construir un camino carrozable, hace más de dos años. Durante los trabajos se rompió la tubería que conducía el agua desde la captación alta de Jipiro hasta la planta de agua potable de Pucará.
Producto de la rotura, todos los vecinos que tienen sus viviendas en esa parte de Jipiro permanecieron sin agua. El líquido vital abastecía a esa planta, pero cuando no la necesitaban la descargaban a la quebrada más cercana.
Ante el perjuicio, el Municipio de Loja demandó y ganó, con lo que obligaron al propietario a reponer la tubería dañada.
Después de dos años, George Buele Torres, técnico de la Unidad Municipal de agua potable y alcantarillado de Loja (Umapal), informó a Crónica que por fin el que hizo el daño ha proporcionado los materiales para reponerlo y devolver el servicio a los moradores del barrio.
Graciela Granda, propietaria de una finca en el lugar, dijo que siempre ha estado demandando el abastecimiento de agua, por lo que se alegra de volver a disponer del servicio. (I)
Dato
Anunciarán cuando finalicen los trabajos para que los habitantes vuelvan a tener el servicio.