El índice verde amenazado por la deforestación y frontera agrícola

La ciudad y cantón Loja cumplen con los estándares internacionales en materia ambiental, pero se requieren recursos que permitan financiar proyectos para “bajarle la velocidad” a la deforestación y la frontera agrícola.

Ecuador tiene un enorme déficit de áreas verdes, el mismo que no solo toma en cuenta los parques de las ciudades, sino también las plazas, aunque no tengan vegetación —o de lo contrario las cifras serían mucho más alarmantes de la falta de árboles en las áreas urbanas—.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que en cada territorio se debe contar con al menos 9 metros cuadrados de espacios verdes por habitante (9m2/hab), mientras en el país existe 4,69m2/hab, por lo que el país no cumple con los estándares del índice verde urbano que establece el organismo internacional encargado de velar por la salud de las personas. Las cifras que da a conocer el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), revelan que 209 de 221 cantones (95%) ecuatorianos no cumplen con la recomendación de la OMS; mientras que 10 cantones ubicados en las regiones Sierra y Amazonía, como; Mera, en Pastaza; Quito, Pichincha; Huamboya, Zamora; Mocha y Quero, Tungurahua; El Pan y Paute, Azuay; Pablo Sexto, Morona Santiago; Sigchos y Saquisilí, Cotopaxi, sí estarían dentro de dichos parámetros.

El cantón Loja

Según el Sistema Verde Urbano (SVU) de la ciudad de Loja, las características del cantón están relacionadas a los significativos niveles de intervención humana, tanto en su área urbana como en el entorno periurbano. La formación natural del valle de Loja correspondería a matorral húmedo montano. En la actualidad este se encuentra únicamente alrededor de la hoya, en algunas quebradas y sitios poco accesibles, mientras que en su parte más central el paisaje estaría dominado por zonas urbanizadas y remanentes de plantaciones de especies exóticas, como pinos y eucaliptos.

El cantón Loja alcanzaría 875 hectáreas con un incremento equivalente al 89,9% de superficie total; por lo tanto, el índice verde llega a 54,66 m2/hab con las incorporaciones de núcleos y conectores en especial, los parques urbanos accesibles y equitativos en toda el área urbana y el gran núcleo de agricultura urbana. Además de los índices señalados, se destaca la conexión espacial y funcional de la ciudad, a través de los instrumentos de planificación: Plan de Desarrollo y Ordenamiento Territorial (PDOT) en la escala cantonal y Plan de Uso y Gestión del Suelo (PUGS) en la escala urbana, en los cuales ya ha sido incluido. Asimismo, la proyección del SVU en la red de áreas protegidas de la hoya de Loja como parte estructurante en el sistema natural macro.

Benjamín Ludeña Guzmán, jefe de Gestión Ambiental del Municipio de Loja, le dijo Diario Crónica que el número de hectáreas de áreas verdes urbanas sería de 459,5 hectáreas, en un promedio de 20 metros cuadrados por persona, con lo cual estaríamos por sobre los 9m2/hab, recomendado por la OMS. “Realizamos una consultoría para elaborar el SVU y también para los Corredores Verdes Urbanos”, luego de lo cual se habría trabajado en la forestación y reforestación de los corredores, oriental y occidental, que permitan entrelazar los parques y áreas verdes de la ciudad, “formando un cinturón verde al contorno de la urbe lojana”, precisó el funcionario al tiempo de argumentar las actividades a realizarse, como la implementación de senderos, pasamanos, miradores, infraestructura de descanso y ciclo vías. “El presupuesto total, para trabajar en los dos corredores, sobrepasa el millón de dólares, y si bien es cierto que tenemos toda la planificación, nos falta el presupuesto”, por lo que el reto de la próxima administración municipal sería conseguir los recursos económicos en organismos internacionales para financiar la obra y seguir manteniendo la categoría de un cantón y ciudad verde. “Organismos internacionales cuentan con USD 100 millones para financiar estos proyectos que están relacionados a mitigar el impacto del cambio climático”, indicó Ludeña Guzmán.

Para el funcionario en gestión ambiental, las amenazas cercanas en materia ambiental en el cantón serían el avance de la frontera agrícola y la deforestación. Y precisamente, este último “es uno de los causantes para el avance de la frontera agrícola, conjuntamente con los deslizamientos de tierra; estas son las principales amenazas que tenemos”, finalizó.

Según el ingeniero ambiental, Vladimir Placencia Berrú, la ciudad de Loja no tendría muchos problemas de contaminación ya que no existe mayor actividad industrial; sin embargo, también destaca el problema de la tala de bosques para actividades agrícolas. “En ciudades como Quito y Guayaquil tienen mayores industrias y la cantidad de oxígeno que emiten sus bosques no supera el nivel de contaminación; ligado al parque automotor que es un problema complejo”, sostuvo, al tiempo de hacer una diferenciación con la realidad local. “En los últimos años hemos visto deforestación y avance de zonas urbanas y lotizaciones”, insistiendo que, gracias a la cantidad de bosques, el problema de polución no sería de mayor preocupación. (I)

DATO

Las amenazas de deslizamiento de tierra estarían ubicadas en las parroquias Carigán, Sucre y Punzara.