César Augusto Correa
Circulan varias versiones acerca del rumor de que la Revolución Ciudadana ha candidatizado para la Presidencia a la moza del expresidente Rafael Correa, hasta se dice que han tenido un hijo. ¿Cuáles son las consecuencias de lanzar este tipo de rumores?
Los militantes de izquierda, hombres o mujeres, sabemos que la derecha no puede ganar ninguna elección si no acude al uso intensivo de la mentira y la calumnia, y cuando se les presenta la oportunidad, al crimen. La derecha no puede decir con sinceridad los verdaderos fines de su incursión en la política y los eventos electorales, porque recibiría un rechazo olímpico; no puede confesar que tomará las funciones del Estado para poner en marcha colosales estafas, que deben quedar en la impunidad, por lo que cada vez que pueden esas estafas previamente son canalizadas mediante reformas legales, como las que ha propiciado Lasso desde 2017. La derecha tampoco puede ganar si no echa toneladas de lodo para embarrar a sus competidores,
Cuando alguien de la izquierda acepta una candidatura sabe que su vida misma corre peligro, no se diga su reputación y sus bienes. La izquierda tiene que encontrar ciudadanos de formidable entereza para que se arriesguen a disputarle el poder a la derecha. Claro, cuando la izquierda no tiene la más mínima posibilidad de ganar, los riesgos casi no existen.
Cuando Luisa González fue mencionada como posible candidata por la Revolución Ciudadana, ella, que ha vivido de cerca toda la ferocidad de Lasso y su equipo para perseguir a los socialistas del siglo XXI, estuvo consciente de que su existencia pendía de un hilo, que su honor iba a ser vilipendiado de las peores maneras, que su libertad quedaba gravemente amenazada por el peligro de que inventen algún crimen para adjudicárselo y conseguir órdenes de prisión en su contra y que también podían acudir a arrebatarle sus bienes. A pesar de tan terribles amenazas, aceptó el reto, que está cerca de convertirla no solo en la primera mujer ecuatoriana en ser elegida presidenta, sino en una excelente mandataria, por sacarlo al país del barranco al que lo ha llevado la derecha. El rumor que difunden los envenenados por el odio no le hace mella, ni sus partidarios le perdemos respeto y admiración.
El rumor hace efecto entre los ciudadanos del más bajo nivel de conciencia política, predispuestos a creer todo lo que salga de la boca de los plutócratas, de los personajes con negocios exitosos en este mundo capitalista.
Pero también les restará capacidad electoral a los partidos de derecha, que, ante ataques de esta naturaleza, le será más difícil en su mundo machista, encontrar mujeres que acepten terciar como candidatas. La mayoría de las damas de derecha correrán espantadas ante la solicitud de que acepten una postulación. Solo las más desalmadas servirán para llenar los espacios para mujeres.
El rumor objeto de este artículo es un acto muy agresivo no solo contra Luisa González, sino contra todas las mujeres. Las y los feministas deben rechazarlo con indignación. ¿Lo harán?