Valores filosóficos y suficiencia racional para actuar en el sentido de lo justo

Galo Guerrero-Jiménez

Algo, poco, mucho, pequeñísimos o reducidos trazos de lo infinito que posee la naturaleza, es decir, la vida en general, queda alojado en la memoria del ente humano, con lo cual puede orientarse en la vida y en todos sus estamentos de convivencia, tanto desde el intelecto y con el resto de inteligencias que le sea posible utilizar para que su actuar en el mundo sea siempre óptimo; pues, “la comunicación humana es una habilidad complicada que debemos gestar, entrenar y madurar no solo para desenvolvernos y crecer como seres humanos, sino para ser capaces de afrontar los desafíos del presente y el futuro” (Ligioiz, 2018) que cada día y con enorme preocupación nos damos cuenta, que, por ejemplo, es “tan cierto como que la crisis ecológica encubre una crisis ética y existencial (…) [con lo cual] no habrá justicia climática mientras no hagamos nuestros los valores filosóficos de la moderación, la prudencia, el espíritu y la suficiencia racional” (Beruete, 2021) con los cuales actuamos desde nuestra más viva y concienzuda realidad interior, haciéndonos eco del lenguaje que producimos al hablar y que, en especial, recibimos desde nuestra actitud de  saber escuchar, o desde la lectura y la escritura, como las más grandes vertientes cognitivo-lingüísticas, ecológicas y de micropolítica que biológica y psíquicamente responden en unicidad para que ya no sean solo una normativas de leyes o de instrumentos de ordenamiento humano, los que nos permitan actuar, sino, en consideración al sentido de lo justo que: social, tecnológica, cultural, científica y ecológicamente nos remitan a un modo de actuar en el mundo, desde el estudio en la lectura prolija, la investigación, el trabajo y el actuar sana y humanísticamente bien.

Desde esta óptica, ese modo de actuar en el mundo desde el orden del cumplimiento de la ley para que sea respetada la naturaleza y la vida humana en general, debe ser trazado, como señala Marcelo Pakman, en el sentido de lo justo, que es el elemento que encarna “una búsqueda ético-moral abierta y un juicio dinamizador de la libertad en curso y de sus avatares en el tiempo, pero no se encuentra centrada en una normativa específica a la que tendríamos que adoptar a priori, sino que es más bien una vocación valorativa orientada sin cesar a continuar haciendo una vida que valga la pena sin que nunca lo logre como estado estable” (2018), sino como una reflexión filosófica continua en cuanto represente una actitud ética de la potencialidad que tiene la mente para enfrentar las circunstancias situacionales que nos encaminen a saber actuar en orden a crecer con la más alta consideración de dignidad humana, pensando y actuando reflexiva y críticamente, y en orden  hacia una inclinación ética hacia lo bueno y noble, tal es el caso, por tomar un ejemplo, que hoy nos compete a todos los seres humanos, y que, sabiamente, lo plantea Santiago Beruete:

“Cada vez son más las voces autorizadas que abogan por cambiar un modelo lineal de economía, ineficiente e insostenible, basado en comprar, usar y tirar, por otro circular y regenerativo, que emule la compleja simplicidad de la naturaleza, sus principios de diseño y su dinámica cíclica, y se desligue de la obsolescencia programada y la lógica depredadora de la rentabilidad a cualquier coste” (2018).

Como este caso, hay infinidad de ejemplos que los encontramos en un texto escrito y que, leído, nos damos cuenta que es una auténtica creación de cultura, de ciencia, de investigación, que nos encamina al orden y al sentido de lo justo, desde la práctica de valores filosóficos,  asumidos desde nuestra suficiencia racional, dado que, “el lenguaje y el sentimiento de amistad son los fundamentos esenciales de la socialización, de la humanización” (Lledó, 2022, p. 22) que nos conllevan a la protección de la persona dentro del espacio colectivo que habitamos.

Referencias bibliográficas

Berute, S. (2021). Aprendívoros. El cultivo de la curiosidad. Madrid: Turner Noema.

Lledó, E. (2022). Los libros y la libertad. Barcelona: RBA.

Ligioiz, M. & Zúñiga, H. (2018). Neurocomunicación. El gran salto en las comunicaciones humanas. Madrid: Rigden Institut Gestalt.

Pakman, M. (2018). El sentido de lo justo. Para una ética del cambio, el cuerpo y la presencia. Barcelona: Gedisa.