La práctica de vivir

Por: Sandra Beatriz Ludeña

A diario nos enfrentamos a tormentas inesperadas, pueden ser: crisis de salud, desafíos financieros, problemas de trabajo, conflictos sentimentales, entre otros. En los momentos de mayor crisis, parece perderse el control de todo, y es justamente en esos momentos en los cuales es preciso sacar a flote nuestra práctica de vivir.

Cuentan que hace siglos los navegantes se aventuraban en aguas desconocidas, se enfrentaban a mares bravos, con aguas turbulentas, pero ¿cómo hacían para no perder el control?

En realidad, la técnica de los navegantes consistía en guiarse por una brújula, y conservar la calma, pase lo que pase. La brújula les indicaba en qué orientación geográfica iban, y, por otra parte, su poder para saber mantener la calma y obrar, manteniendo el control.

Haciendo una analogía, cuando toca enfrentar tormentas en el diario vivir, hay que usar una brújula que oriente. En mi caso particular, yo encontré mi brújula en la guía espiritual, pues, el Supremo es un camino seguro. Y para mantener el control, usaba una frase: “Todo está bien”.

Sin embargo, hoy tenemos técnicas más avanzadas, entre estas puedo nombrar las más efectivas: anclaje emocional, diálogo interno positivo, visualización creativa, fragmentación.

El anclaje emocional es un refugio, un lugar reservado, a dónde podemos recurrir en caso de que todo en el entorno parezca desmoronarse, aprender a anclar instantes de felicidad, y volver para generarnos alegría, euforia, placer; es tremendamente beneficioso.

El diálogo interno positivo es fundamental para mantener el control en situaciones de crisis, pero, ese diálogo se construye a nuestra medida. Esa voz interna en la cabeza, debe contener palabras poderosas, puede consistir en un mantra, una frase escudo, algo que nos decimos a lo interno para enfrentar la situación, y tiene que dejarnos empoderados y fortalecidos para seguir luchando.

La visualización creativa crea una verdadera película mental que la vemos con el ojo interno. Esta película muestra todo a nuestro favor, nos vemos triunfadores, superando el desafío. Esta preparación mental guía hacia las soluciones y científicamente se conoce como técnica de manifestación cuántica.

Finalmente, la fragmentación es útil para solucionar problemas grandes, que causan gran estrés o ansiedad. Esos problemas son desmenuzados a detalle, para separar aquellas partes más críticas, las que más nos hacen sufrir, y enfocarnos en solucionar eso. La fragmentación es realmente potente para atravesar las crisis de la vida.

En el mundo del emprendimiento, los emprendedores pueden verse involucrados en tremendas tormentas y, solo con prácticas como estas, logran superar y salir vencedores.