¿Estás ahí, Cervantes?

Hace unos días, tuve el privilegio de sumergirme en el corazón del festival más icónico de Latinoamérica: el Festival Internacional Cervantino, que se despliega en la encantadora y colonial ciudad de Guanajuato. Un lugar donde cultura, historia y enigmáticos túneles se entrelazan en un tapiz viviente.

El festival, celebrando su 51ª edición, es un crisol de obras artísticas y talento inigualable. Durante cada visita, desde mi primera en 2009, he visto el potencial que posee mi querida ciudad de Loja para transformarse en un epicentro cultural similar. Loja rebosa de paisajes deslumbrantes, rica cultura y un ambiente envidiable a escala nacional. Pero, ¿estamos listos para aceptar ese desafío?

El primer paso es la infraestructura. No basta con esperar iniciativas estatales; necesitamos espacios innovadores y no convencionales que revolucionen el panorama cultural. Gracias a incentivos fiscales, Ecuador ofrece atractivas oportunidades de inversión en proyectos culturales. Sin embargo, las decisiones no son sencillas: ¿Estamos listos para peatonalizar más calles, crear nuevos espacios culturales de actividad y oferta cultural permanente, optimizar circuitos y fomentar el comercio y turismo? Y más importante aún, ¿estamos dispuestos a ser anfitriones ejemplares?

La respuesta yace en la autoeducación y el compromiso genuino para elevar nuestros servicios y productos. Necesitamos medios de comunicación que se centren en investigar y promocionar las ofertas artísticas de nuestro festival, creando un puente entre los artistas y un público ávido de propuestas novedosas, saliendo del rol de mostrar una obra o registrar un evento, sino de comentar sobre las mismas, de generar una crítica de altura, de interactuar con gestores, realizar inducciones previas a una obra. 

La historia del Festival Cervantino nos ilumina. Nació en 1953, cuando Enrique Ruelas homenajeó a Miguel de Cervantes Saavedra con los Entremeses Cervantinos en espacios públicos de Guanajuato, involucrando activamente a la comunidad. Esa es la esencia que ha mantenido vivo el festival por más de seis décadas.

En Ecuador, nos enorgullece contar con figuras literarias y culturales como Benjamín Carrión, Alfredo Mora Reyes, Pablo Palacio, Ángel Felicísimo Rojas, Matilde Hidalgo y Salvador Bustamante Celi, entre otros. Nuestra tarea es pulir y resaltar ese diamante en bruto que muchos secretamente desean poseer.

En definitiva, la transformación cultural es una responsabilidad compartida, desde el Estado hasta el último ciudadano. Es hora de despertar y brillar.