“Una minga para Minga”

SABEL

En una ciudadela llamada Molinos del viento, del barrio Minguero, de la ciudad sureña Castellana, vive una mujer llamada Minga. Esta historia cuenta del liderazgo y la unión de esfuerzos por el bien colectivo.

Minga es mujer de visión y liderazgo. Las mañanas, expende víveres en el mercado. Las tardes va al albergue del Minguero, para asistir a los chicos huérfanos. Tiene familia: cuatro hijos y esposo, a los que dirige por la misión comunitaria.

Ella es alta y robusta y su visión es reflejo de su figura. Ha sido promotora de desarrollo de la comuna por años. Por ella han visto progresos. Su lucha cambió agua entubada por potable y servicios básicos. Su gestión hizo que los moradores construyan canchas deportivas, cambiando hábitos de bebedores por jugadores. Minga, siempre está dispuesta y convoca a la gente para la gesta.

En los últimos días, con los estragos de la epidemia del coronavirus, Minga no quiso quedarse quieta. Propuso una minga restringida y armó cocinas comunitarias para el hambre. Así cocinaban comida para necesitados, en especial, los despedidos de sus empleos. Es maestra organizando gente y con la sinergia de varios, multiplica pan y pescado.

Minga hace honor a su nombre, es la unión de esfuerzos. ¿Quién como ella para la prole comunitaria? Tanto en lluvia como sol, con el pensamiento de Minga hay un sendero mejor. Y los moradores dedican: “Una minga para Minga” y esta historia es canción.