Friederich Wilhelm Nietzsche en El Poder de la Voluntad

Cuando queremos iniciar un cambio en lo que esta disminuido o alterado a nuestras expectativas es indispensable empezar por el principio, por el inicio del dilema. Para eso debemos trazarnos un camino por el cual transitar y empezar con el elemento de importancia capital, nosotros mismos, sin querer ser egoístas y sin querer desarticular nuestras creencias, sino no más bien, fortalecerlas desde la base, se convierte en algo indispensable y esencial el comenzar a pensar en iniciar el anhelado cambio.

Friederich Nietzsche (1844-1900) que ha sido reconocido por su pensamiento y ha sido influencia de otros filósofos, en sus planteamientos que se mueven entre la crítica de todo lo establecido y el empoderamiento de sí mismo del individuo que me parece rescatable e indispensable en el proceso propuesto, que signifique iniciar un cambio positivo individual. Su pensamiento lo dirigió hacia la voluntad del poder entendido como el motivo de ejecutar algo o el poder sobre sí mismo, es decir, la voluntad de automotivarnos a ir por el camino de avanzada y desarrollarnos lo que nos hace resilientes y creativos, lo que nos lleva a manifestar la capacidad, el coraje de salir adelante y ser una mejor versión de sí mismo.

Nos abstenemos de estar en contra de todo lo establecido, lo significativo es empezar por nosotros mismos en el camino de cambiar lo que vemos como inadecuado en nuestro entorno. Aunque los esfuerzos al inicio parezcan inútiles porque un esfuerzo individual parecería no ser importante, un cambio positivo en realidad es el primer paso que se convertirá en un factor multiplicador que asegura en el futuro mediato se mejoren las condiciones en toda una comunidad.

Nietzsche ha hecho visible una exaltación del hombre, el übermensch, que debemos dejar de tomarla como un endiosamiento individual sino concebirla como el conseguir la mejor versión de cada uno, que podemos lograr alcanzar para beneficio propio -como le he dicho sin entrar en el campo del egoísmo o egocentrismo sino para mejorar- y constituirnos en un soporte de lo que se debe hacer, de lo que debe ser una sociedad para propender ir hacia un estado de madurez espiritual y moral.

Considero que Friederich Nietzsche así como Diógenes en lo austero, se fue al extremo del pensamiento filosófico con el único interés de buscar mejores versiones de lo ya establecido en todos los campos para hacer de la voluntad de poder una herramienta para mejorar. Ha dicho que los que usan preceptos morales se convierten en esclavos de esos preceptos dictados por la mayoría de los grupos sociales, se puede asumir que en ocasiones dichos preceptos pueden ser inadecuados e inaplicables para otros grupos sociales, como el canibalismo en algunas culturas, la bigamia, etc. Ha dicho en uno de sus principales fundamentos de su filosofía que el ser humano tiene una conducta irracional que ha sido ratificada por neurofisiólogos actuales en la que se menciona que nuestras decisiones vitales la tomamos en forma de impulso natural, bajo los instintos de conservación y no de una racionalidad estricta.

Su crítica va más hallá cuando menciona que las personas que se abstienen de mejorar el futuro en forma activa deberían abstenerse del derecho a juzgar el pasado, entendido como la falta de empoderamiento para mejorar lo ya establecido. La mejora debe venir desde nosotros mismos, de dentro hacia afuera, sin dejar de lado el bien que podemos hacer por los demás, pero es prioridad empezar desde las actitudes frente a la vida.

La vida familiar que nos permite desarrollar un sentimiento que es único como es el amor filial nos lleva a ser mejores o hacer visible nuestras mejores cualidades que deben prevalecer en todo acto de la vida, todo esto me hace pensar en el deseo de ser mejor ser humano en la capacidad de alcanzar lo que para mí, es lo ideal. Sin caer en la ingenuidad y ser en extremo confiados que nos impida poder discernir entre el bien y el mal que podría afectar el camino al progreso propio, debemos trazarnos un camino de mejora constante sin dejar de lado a los que nos ayudan en el camino.