Un cambio presidencial de trascendencia mundial

El cambio de gobierno demócrata por el republicano saliente en los Estados Unidos , es causa de gran expectativa por tratarse de la potencia económica mundial que desde Washington ejercen la bolsa de valores y las políticas de gobierno económicas y social en la que estamos inmersos los países subdesarrollados, con los convenios bilaterales de importación y exportación de la productividad, siempre a favor de los grandes que nos abruman con transgénicos, y nos relegan con imposiciones al pago de la deuda externa a la que siempre estamos esclavizados los países de América Latina. Sin embargo el mundo ha dado un respiro de esperanza, comparando la enorme diferencia en la actitud y posible cambio de la administración política entre la prepotencia de Donald Trump y que entró con la amenaza de guerra a Corea del Norte que desataría en una guerra nuclear; la expulsión de los migrantes y la construcción del muro de México, para contenerlos; precisamente cuando no estamos en la época de construir muros, sino más bien puentes de unidad de todos los pueblos para el renacimiento de un mundo nuevo, que hoy se encuentra desconcertado y sumido en la más profunda crisis moral, política, económica y social.

Nuestro país tiene la necesidad latente de un cambio trascendental, y de trascendencia nacional. Para lograrlo se tiene que enfrentar a dos feroces enemigos que se encuentran en el campo de batalla; la pandemia del virus que amenaza la vida de la humanidad, y el virus de la corrupción institucionalizada y la delincuencia organizada que no tiene control.

Creemos que la piedra angular de este proceso, debe ser el control de la pandemia ya que de la vida y de la salud depende volver al trabajo para recuperar el proyecto económico, la seguridad social y la dignidad de la patria, se tiene que reestructurar las leyes de la función judicial, recuperar el prestigio del Consejo Nacional Electoral, eliminar los parlamentarios andinos y la mitad de asambleístas que se absorben en su mayoría el gasto fiscal, reducir a dos las candidaturas presidenciales en vez de 16 que es lo que tenemos ahora de las 283 organizaciones o movimientos políticos aprobados por el famoso Consejo Nacional Electoral; es la voz del pueblo que se escucha en todos los ámbitos del país para un cambio de trascendencia nacional .
Por el derecho y la justicia social.