El martes 16 de marzo de 2021 inició la campaña política para la segunda vuelta electoral, entre los finalistas de la lid electoral. El representante de los partidos políticos: Creo-PSC, inicia su cruzada con los viejos trucos de la manipulación política, llenando de temor y odio al pueblo y reclamando para sí un estado de derecho en beneficio de sus intereses, patrocinando a ultranza el cambio urgente y necesario, para defender lo indefendible que salta a la vista lo que se encuentra caduco y muerto, que lo encontramos cada día en las instancias del poder, en un capitalismo cínico que agudiza las contradicciones de dependencia y explotación, en un imperio que proclama guerra en beneficio de las oligarquías de uno u otro pelaje, en los negociados de las elites políticas, en los antiguos y viejos millonarios. Considerando a la democracia, desde su punto de vista: “si no estás con nosotros estás en contra de nosotros y debes desaparecer”, clara muestra que más están interesados en ganar poder con quien sea con tal de quedar dentro del sistema estatal.
Para cerrar el paso a los politiqueros y demagogos de siempre se hace necesario, reconocernos a nosotros mismos, para rescatar al hombre y mujer de nuestro tiempo y decirnos que sí se puede, que todos somos importantes al convertirnos en seres críticos, reflexivos y decidores del futuro de nuestro país, al ser nosotros quienes elijamos al futuro presidente, al depositar nuestro voto en las urnas. Por ello se hace imperativo no dejar que nos den pensando, que nos den hablando, más bien que hablemos con voz propia y tomar una decisión consciente, en la próxima lid electoral que se avecina, que refleje nuestro pensar, para: valorar nuestro mejoramiento y crecimiento colectivo tanto, que el precio que estamos dispuesto a pagar es mucho, mucho mayor que el temor a ser un analfabeto político. Si así lo hacemos estaremos inaugurando el inicio de una cultura basada en el amor, para desterrar de una vez por todas a la cultura basada en el temor y el odio que la aplican los politiqueros de siempre.
En ese sentido, Humberto Matura, señala: “los seres humanos somos intrínsecamente amorosos, y podemos comprobarlo fácilmente, observando lo que ocurre cuando a una persona se le priva del amor, o sea, se les niega el derecho a existir o se les quita validez a sus propios fundamentos básicos, emocionales, para la existencia. Esta carencia afectiva produce trastornos, como la ansiedad, la agresividad, desmotivación, inseguridad, tristeza y estrés crónico, etc. Entonces, el amor es una manera de vivir en sociedad. Surge cuando al interactuar con otras personas, no importa quienes sean o su lugar en la comunidad, las consideramos como un legítimo otro, que puede coexistir con nosotros. Esta emoción, entonces, amar, es el fundamento de la vida social, al aceptar la existencia de los demás, sin querer anularlos o negar su propia visión del mundo”.
Para decir no al paso del odio y nueva arremetida de la derecha se necesita fuerza; no hay fuerza sin unidad, así como no hay unidad si no existe un proyecto que nos una y para que nos una debe ser construido unitariamente. La unidad exige altas dosis de renunciamientos, de voluntad de cambiar no solamente las estructuras sino las personas. Exige dejar de lado aquellas visiones miopes y corporativistas, además de recuperar la capacidad del encuentro. Exige concebir la política no solo como arte de lo posible, sino de hacer lo imposible demanda no solo evitar lo que no se quiere, sino construir lo que se quiere. “La lucha es colectiva o no es. No hay un solo hombre fenomenal insustituible. Solamente cuando se crea el organismo colectivo que organice la lucha intergeneracional se puede avanzar en un cambio. Es la lucha de la organización humana”, dice el líder latinoamericano, ex presidente del Uruguay José Mujica. Usted y su voto decide caminamos a un nuevo mañana o nos quedamos en el doloroso pasado. Así sea…