Paren el mundo que me bajo

“Paren el mundo que me bajo” es una frase que todos hemos escuchado alguna vez. Hasta hace un año ésta era una frase jocosa, burlesca e irreal, pero de pronto se convirtió en algo muy cercano a nosotros. En el Ecuador un 17 de marzo del 2020, nos dijeron “su mundo se tiene que parar”, e ingresamos con miedo, con incertidumbre y con ansiedad a un confinamiento total. Nuestro mundo se paró, aunque no pudimos bajarnos, quedamos encerrados en él.

En esta semana cumplimos un año desde que esta locura empezó y ha sido un tiempo de pérdidas en todo sentido, un año de aprendizajes y adaptaciones.

Nuestro mundo se paralizó y la economía se detuvo, la afectación a la salud, al empleo, a las inversiones, a la liquidez y al crecimiento es muy grande. Sin embargo, este año ha dejado una enorme enseñanza y ahora podemos decir que este año llevó al límite la capacidad de resiliencia de las organizaciones.

Para el sector empresarial quedan 6 lecciones que debemos estudiarlas y aplicarlas en la época POSTCOVID:

Primero, la sociedad al estar encerrada, al no poder hacer las cosas que estaba acostumbrada, cambió varios de sus gustos y preferencias, ante esto, es fundamental hoy identificar los nuevos hábitos de compra.

Segundo, al existir nuevos hábitos de compra, surgieron nuevas formas de satisfacer necesidades, es tiempo de diferenciarse a través de nuevos productos y servicios.

Tercero, la sociedad nunca se queda quieta, la sociedad es dinámica, un confinamiento y unas restricciones no pudieron parar a la sociedad, pero si la obligaron a cambiar su dinámica. Por ello debemos desde el mundo empresarial adaptarnos a las nuevas formas de organización de nuestra sociedad.

Cuarto, los seres humanos y las empresas no estamos solos bajo ninguna circunstancia, vivimos en interdependencia total. En esta nueva etapa las empresas que quieran sobrevivir y crecer deben entender el entorno y responder a las nuevas exigencias del mercado.

Quinto, el distanciamiento y la virtualización se convirtieron en la primera regla del juego de esta “nueva normalidad”, las organizaciones que pretendan seguir vivas deben modernizar sus sistemas tecnológicos, en este año vimos que, desde la tienda de barrio, pasando por la escuela y hasta las grandes corporaciones, utilizaron desde livianas apps hasta complejos sistemas de video conferencia, pago en línea, ecommerce, etc.

Sexto, y quizá el reto mas importante. Esta nueva normalidad hará cambios irreversibles en varios aspectos y comportamientos de la sociedad, es imprescindible que las empresas logren sostener en el tiempo los cambios realizados en época COVID.

Este primer año de pandemia nos enseñó a cambiar la conocida frase “PAREN EL MUNDO QUE ME BAJO” por la frase “AUNQUE PAREN EL MUNDO YO NO ME BAJO, YO ME ADAPTO”.