La suposición aguanta todo

En tiempos de gran incertidumbre, donde la confusión, la duda, y las suposiciones crecen como hervor de leche y su espuma, se escucha barbaries y nacen teorías conspiratorias de todo gusto, pues, cada cual dice y repite lo que le conviene.

Al parecer, el sistema está fallando y la población no tiene confianza en las instituciones ni en sus funcionarios. Recientemente me he enterado, que se desconfía más de los justos que de los injustos, que no se cree a quién tiene pruebas verdaderas y se da crédito a los embusteros. Se considera más a los corruptos que a los honestos, y así se persigue equivocadamente al más vulnerable mientras se deja rascándose la panza a los malhechores.

Lo mismo sucede con la vacuna para el Corona virus. Se ha empezado a sembrar la duda sobre el tema de cuan confiable es la vacuna, porque se argumenta que no se puede creer en la Organización Mundial de la Salud ni en la FDA, ni en ninguna institución sanitaria mundial, porque responden de grandes intereses de corporaciones y transnacionales.

Si no se puede creer ni en la medicina, ni en la ciencia, ni en los gobiernos que deben velar por el bienestar de la ciudadanía, entonces qué nos queda. Será que debemos empezar a creer en las suposiciones de algún loco, que se le ocurre lanzar una idea conspiratoria para ver si así logra llevar agua a su molino.

Vivir ahogándonos en un mar de suposiciones no es el camino, cómo podemos oponernos a las estadísticas, a los estudios científicos, a la evidencia, a la prueba juzgada. Hoy se llenan de argumentos para invalidar la vacuna contra el Corona virus, diciendo que nos inocularán el chip de Bill Gates, para vigilarnos y controlarnos, sin saber que sin vacunarnos, ya estamos bajo control a través de la tecnología. También, se oye decir que la vacuna provocará enfermedades graves, y que nos dará plazo de vida, y así un largo etcétera.

Pero todas estas ideas, sólo son suposiciones y como digo en el titular, la suposición aguanta todo. Ninguno de los argumentos que se repiten tienen un soporte verdadero, solo son invenciones irresponsables de quien las emite, que ni siquiera son inéditas, ya que históricamente se divulgaron ese mismo tipo de argumentos contra vacunas como la de la viruela y otras.

Como diría Eduardo Galeano, vivimos la cultura del envase, por eso, los jóvenes creen más en lo que afirman Anonymus que lo que dicen periódicos como el País, el New York Times, y en nuestro caso “El Comercio” o “El Universo”, ni se diga contrastar lo que dicen los influencer: pastores, curas, modelos de televisión y otros, contra lo que pueda afirmar una voz oficial y con autoridad. La suposición y medias verdades son peligrosas, cuidémonos, porque los que lanzan esas bombas se ríen en nuestras narices.