Más allá de las intenciones

Un hombre ciego intentaba atravesar la calle y se mostraba confundido como un barco sin dirección. Mientras un grupo de personas veían claramente el peligro al que se exponía y solo observaban, hasta que una mano se extendió, lo tomó del brazo y lo hizo pasar con su guía.

Una anciana caminaba con una pequeña canasta vacía en su mano izquierda y en su mano derecha agarraba una bolsa. Pero, en el bolsillo de su saco largo, ya casi a punto de caer se veía un billete doblado. Varias personas pasaron por su lado, varias la regresaron a ver, pero nadie le advirtió. Hasta que alguien por su misma ruta, la tomó del brazo y le dijo, va a perder el billete, la anciana sin entender dijo ¿Cómo? La mujer amablemente, tomó el billete del lugar donde aparecía y se lo entregó en las manos a su dueña. Guárdelo mejor, — le dijo—.

Un gato recién nacido probaba el abandono en una de las orillas de un río, los transeúntes de la calle, pasaban mirando y algunos exclamaban: pobre animalito, al escuchar los maullidos del inocente minino, pero, no pasaba de eso. Hasta que una persona piadosa, lo vio, y se arriesgó a salirse de su ruta, atravesar la cerca y aproximarse al lugar donde estaba el pequeñín, lo tomó abrigándolo en sus manos, lo colmó de amor, limpiándole todo el desamparo para siempre.

Un hombre ataca a una mujer, agrediéndola verbalmente. La mujer asustada llama a emergencias, una patrulla de policías acude. La mujer tenía fotos del agresor en su teléfono celular, ya que éste huyó, pero, los agentes, a pesar de ver las evidencias, desconfiaron de la víctima, pidiendo la versión del agresor. Hasta que una vecina, interviene y declara que también fue víctima de maltrato del mismo hombre, así ayuda a que se haga lo justo.

Un grupo de ancianos piden protección a los jueces constitucionales de la localidad, puesto que su patrono no desea ser grato con ellos y se niega a pagar un incentivo económico por su renuncia, los togados lejos de protegerlos, fallan dando la orden para que el patrono los desahucie, es decir, los manda a sacar de sus trabajos, dejándolos sin empleo y sin incentivo por la renuncia; tal fallo dicen que tiene la intención de hacerles justicia, puesto, que por su avanzada edad se encuentran cansados y merecen ir a descansar. Alguien decide hacer conocer esta historia, para que sea la opinión pública la que juzgue.

Más allá de las intenciones buenas o malas, hay siempre alguien que decide hacer lo correcto, alguien que se atreve a dar un paso más allá de lo que haría el resto. Alguien que con preguntar, con indagar, o simplemente con opinar, con advertir, puede hacer justicia para otro, que se encuentra en apuros. Más allá de las intenciones, están las acciones con conciencia.