Crisis política, económica, sanitaria, violencia y otras

La gobernabilidad que constituye el pilar fundamental para dirigir un país y solucionar los problemas que aquejan a la colectividad, actualmente complicada con la pandemia y las variantes, no sale del estancamiento en que se encuentra por cuanto los poderes del Estado no tienen una planificación para inmediatamente, a mediano o largo plazo desarrollarlos, lo que imposibilita salir del entrampamiento por donde está transitando.

Pues, la Asamblea Nacional se dirige por un rumbo diferente al del Ejecutivo y son pocos los pedidos que se le aprueban, se está palpando cuando lo aprobado por la Asamblea lo regresa el Ejecutivo con observaciones o viceversa; el poder Judicial sentencia de acuerdo a las instancias que le competen en forma diferente así está sucediendo en la Alcaldía de la Capital que actualmente cuenta con dos dignatarios que la disputan; al respecto debo indicar que en países como EE.UU. en razón de la extensión territorial y demográfica de algunos estados se eligen dos alcaldías como en Miami; sobre este tema es importante hacer presente el criterio del Presidente de la CONAIE, Leonidas Iza, que manifestó que el acuerdo llevado a efecto en la Asamblea Nacional por los diferentes bloques políticos para repartirse las dignidades no durará porque “está pegado con babas”, así sucede con los asambleístas que se separan del Partido Político que los patrocinó y se declaran independientes para negociar con el mejor postor.

En cuanto a la situación económica que se sigue agravando, aunque se cuenta con el oxígeno de organismos internacionales no se le da la solución que requiere, pese a que internamente se han mejorado los ingresos del fisco como el aumento del precio del petróleo, la eliminación de subsidios para los combustibles sino agudiza la desocupación y consecuentemente la delincuencia con sus secuelas de miseria y pobreza; por otra parte la deuda del Estado a los proveedores nacionales y en particular el succionamiento al IESS, originan reclamos con manifestaciones públicas como es el caso de los profesores agrupados en la UNE, paros en Huaquillas y Tulcán y el anunciado de los sectores laborales para el 11 de este mes y diversas con plazo al Ejecutivo para solucionar sus demandas.

La atención en salud sigue deficitaria, aunque si bien el Ejecutivo y Gobiernos Descentralizados se han empeñado en que se cumpla en el plazo ofrecido por el Presidente de la República, el proceso de vacunación; por otra parte, el Vicepresidente de la República nos presenta el tétrico drama del funcionamiento de los hospitales del Estado y del IESS, especialmente en la provisión de medicamentos que por motivo de la corrupción imperante ha obligado a planificar la provisión de medicinas por las farmacias de cada localidad.

Los delitos con un nivel de violencia que con anterioridad a la pandemia era en menor grado mantiene a las ciudades más pobladas en permanente temor y sin protección a los habitantes de los barrios marginales pese a los esfuerzos que realiza la Policía Nacional, inclusive la violencia prolifera en forma incontenible en las cárceles, para lo cual se están planificando una serie de actividades de orden legal y técnico, esperemos que el resultado de esta tarea sea urgente y sabiamente ejecutada, a fin de que los centros de detención no se repleten de privados de libertad rebasando el espacio de cada celda.