Necesidades de ayer, demandas de hoy

En los años 20 del siglo pasado, un alcalde de un pequeño pueblo en México prohibió que los habitantes construyan garajes en sus casas y dispuso que las calles tengan únicamente el ancho necesario para que circulen carretas haladas por caballos, porque consideraba que los carros impulsados por motores jamás llegarían a ese pueblo. Hoy aquel pequeño pueblo tiene 420.000 vehículos a motor.

Blockbuster era la empresa de alquiler de películas más grande del mundo. Durante décadas el negocio fue en aumento, pues las familias de diferentes países del mundo alquilaban los cassettes de betamax o VHS para ver los estrenos o los clásicos frente al televisor en la sala de su casa. Un día de esos que siempre hay, le propusieron al gerente de esta empresa una loca idea de evolucionar el negocio. La idea consistía en vender películas ya no en cassette, sino a través de internet, para mirarlas en la computadora o en unos tv que tengan acceso a internet; y, ya no habría que ir a la tienda. Aquel gerente rechazó el negocio al considerarlo una locura. “Las personas jamás dejarán de alquilar películas en cassettes” (exclamó este caballero). Lo que pasó después ya es historia. NETFLIX se llamaba aquella nueva iniciativa, hoy Blockbuster tiene una pequeña tienda, cuando en su mejor momento tenía miles de tiendas alrededor del mundo y NETFLIX es lo que es.

NOKIA se peleaba con LG, Mottorolla y Blackberry para desarrollar el teléfono más pequeño que exista. Todos ellos consideraban que el teléfono celular debería ser cómodo porque su única función era y debería seguir siendo comunicarse mediante la voz y enviar uno que otro mensaje. Alguien dijo que en el futuro los teléfonos servirían para muchas cosas y lo que menos se haría es hablar a través de ellos. ¿Se imaginan hoy mirando fotos o enviando mensajes desde un pequeñito teléfono? Con el pasar de loa años aquella idea loca generó un imperio llamado Apple, con su producto estrella IPHONE y todos los otros teléfonos que mencioné ya no existen.

Podríamos seguir comentando una serie de ejemplos en el cual personas que tienen la capacidad de tomar decisiones que comprometen el futuro de las personas, fallan. Esto sucede porque no visualizan el futuro, esto sucede porque únicamente ven la demanda y no miran las necesidades.

Si alguien a finales del siglo 19 miraba la demanda, estaba convencido que la única manera de comunicarse era a través de la carta y el telégrafo, jamás hubiera evolucionado la comunicación con esa manera de pensar.

Pero, ¿por qué evolucionó la comunicación? Porque alguien miró la necesidad de comunicarse y trabajó para crear otras formas de satisfacer aquella necesidad.

Luego de tener clara la diferencia entre demanda y necesidad, surge la siguiente pregunta. ¿se crean nuevas necesidades? Hay varios criterios al respecto, yo creo que no existen nuevas necesidades, son las mismas, lo que existe ahora es mayor presión para satisfacer las necesidades de forma inmediata, lo que existe ahora son nuevas formas de satisfacer esas necesidades.

Si usted pretende ser innovador y que su empresa crezca, no mire la demanda, mire la necesidad. Cuando piense en comunicación, no piense en iphone, cuando piense en transporte no piense en auto, cuando piense en salud, no piense en el hospital convencional.

No se puede hoy satisfacer una necesidad con un producto diseñado para una realidad de hace 20 o 30 años. Recordemos que lo único constante es el cambio. Si a usted le toca decidir entre evolucionar o quedarse, jamás se quede quieto. Mejor piense entre que alternativas de evolución decidirá. La indecisión es la peor decisión.

Cuidado con creer que la evolución y la innovación son mágicas e inmediatas, toma muchos años consolidarlas.

En el mundo de los negocios, pensar en la demanda no es malo, no pensar en la necesidad es catastrófico.