La pugna actual

La Sociología ecuatoriana ha señalado para las clases dominantes, la parte superior de la pirámide social. Ahí se ubican: los grandes capitalistas, los que acaparan la tierra, los industriales, los banqueros y las grandes empresas comerciales. Las clases señaladas tienen el poder económico y político desde que se fundó la república, en medio de una pugna histórica entre sí.

Entre las clases dominantes no todo es armonía. Entre ellas existen contradicciones naturales: por la competencia, por el favor que reciben de los monopolios imperialistas, por la ambición. Estas contradicciones naturales, a veces se agudizan, como ahora, y agravan la crisis del sistema.

La pugna que surge entre dichas clases no debe interesar a los trabajadores y el pueblo. La pugna que nos interesa a los pobres, es la que existe entre los trabajadores y el pueblo, contra los grupos oligárquicos que tienen en sus manos la riqueza acumulada y la institucionalidad que utilizan para imponernos leyes a su antojo.

Actualmente, el saludo atento entre el Ejecutivo y Legislativo ha durado muy poco. Del respeto y la colaboración pasaron al insulto; Lasso califica de insensibles e incapaces a los asambleístas, pero del Legislativo salen insultos similares.

Como consecuencia de la pugna, la Asamblea negó los proyectos de ley mal formulados que envió el Presidente; pero lo que más le duele a Lasso, es la decisión tomada para que la Asamblea investigue el caso Pandora Papers, asunto muy delicado en el que Lasso está involucrado y, si se investiga con imparcialidad, el Presidente, hasta podría ser destituido. Este es el motivo por el que Lasso, amenaza a la Asamblea con la muerte cruzada.

En éstas circunstancias, al oficialismo que sólo obtuvo 12 curules, los acuerdos le son necesarios, pero como ha caído en abultado desprestigio, Nebot y Correa ya se distanciaron, y Lasso no tiene en quien apoyarse.