Memorias del Bernardo Valdivieso

En la noche del 22 de los corrientes, en el teatro «Segundo Cueva Celi», se realizó el lanzamiento del libro «Memorias del Bernardo Valdivieso», producido por La Fuente, que contiene 50 artículos escritos por exalumnos del plantel, generalmente con anécdotas ocurridas en la segunda mitad del siglo XX y en los primeros años del siglo XXI. impreso en Creactiva – Servicios Gráficos. Es una lástima que se haya omitido los nombres de los jóvenes integrantes de La Fuente.

La iniciativa es excelente y valiosa, pues comienza a llenar un grave vacío de la cultura lojana, que no ha acostumbrado darle a la Historia la importancia que tiene, que no se ha preocupado de registrar los acontecimientos, para que su estudio posterior pudiera servir para descubrir las tendencias de nuestra evolución cultural y llegar a comprender las causas de nuestros éxitos y de nuestros fracasos, lo que es indispensable para poder planificar acertadamente el futuro.

Tengo preguntas sin respuestas. Por ejemplo: ¿Qué favoreció para que en las primeras décadas del siglo XX surgieran en Loja grandes figuras que se destacaron a nivel nacional e internacional como Benjamín Carrión, Pablo Palacio, Felicísimo Rojas, Pio Jaramillo, Manuel Agustín Aguirre, Matilde Hidalgo, Isidro Ayora? ¿Por qué Loja no continuó produciendo personajes de tan alto nivel intelectual? ¿Es indispensable que los valores lojanos se vayan a radicar en Quito o Guayaquil para alcanzar brillantes éxitos acordes con su capacidad? ¿Por qué Loja ha perdido aceleradamente peso político en el concierto nacional en los últimos 50 años? ¿Por qué el Colegio «Bernardo Valdivieso» ha perdido espacio en la vida política y cultural del país? Y otras preguntas que tienen que ver con lo esencial de nuestra historia.

Me he alegrado mucho al conocer la conformación de La Fuente y su primera acción pública, que no debe quedarse en esta primera publicación. Han emprendido camino en una dirección trascendental y van mis votos a favor de que perseveren en el empeño, porque Loja y el «Bernardo Valdivieso» lo necesitan vitalmente. Hay tantos hechos de la experiencia bernardina que no se deben perder.