Debido a las crisis que vive el Ecuador en la actualidad, todos los ecuatorianos estamos obligados a participar activamente en la búsqueda de soluciones para transformar los conflictos en soluciones para todos los ecuatorianos.

En estas realidades, quienes nos confesamos cristianos tenemos mayores obligaciones si queremos seguir los pasos de Jesús de Nazaret, pues hemos sido enviados:

El Espíritu del Señor está sobre mí,/Por el que me consagró./Me envió a traer la Buena Nueva a los pobres.

A anunciar a los cautivos su libertad/Y devolver la luz a los ciegos;/A despedir libres a los oprimidos/Y a proclamar el año de la gracia del Señor. Lc. 4: 18, 19

El padre Pedro Pierre, lo confirma en su artículo “El compromiso político de los cristianos”: “Pienso que como cristianos no podemos desinteresarnos de lo que pasa en nuestro país; tampoco podemos quedarnos callados o de brazos cruzados frente a estructuras contrarias a los derechos humanos, a la dignidad de las personas y al Evangelio de Jesús de Nazaret.”

De igual manera, el Papa Francisco aporta al IV Encuentro de Movimientos Populares realizado vía zoom: “En Fratelli tutti, Francisco incorpora las 3T al magisterio social de la Iglesia como criterios básicos de justicia social, al señalar que “es posible anhelar un planeta que asegure tierra, techo y trabajo para todos” (n. 127). En la encíclica, el Papa referencia ampliamente a los movimientos populares, a los que ha “decidido acompañar, en su caminar autónomo” por sus prácticas de solidaridad “tan especial que existe entre los que sufren” (n. 116); por su sentido comunitario para cuidarse unos de otros (n. 152); por la creatividad y puesta en marcha de “variadas formas de economía popular y de producción comunitaria” con los que se deben contar “para un desarrollo humano integral”, y para reconocer “que sin ellos la democracia se atrofia, se convierte en un nominalismo, una formalidad, pierde representatividad, se va desencarnando porque deja afuera al pueblo en su lucha cotidiana por la dignidad, en la construcción de su destino”. (n 169).

Teniendo en cuenta esto, el Cardenal Peter K.A. Turkson, reconoció a los Movimientos Populares “como fuente del cambio, solemos llamarlos apóstoles del cambio” porque son quienes están en contacto directo con quienes sufren la injusticia. Los Movimientos Populares están haciendo historia, fomentando un cambio, y el desafío que se presenta para superar los motivos estructurales de la pobreza y la injusticia”.

Así, el Cardenal Turkson exhorta a “unirnos para promover la agenda común de los Movimientos Populares. No es una lucha solo contra una estructura económica sino contra estructuras políticas, proponiendo revitalizar los sistemas de modo que permitan lograr un mundo de justicia e igualdad”.

Es hora de que asumamos nuestro compromiso como ecuatorianos y como seguidores de Jesús de Nazaret frente a las leyes que pretende implementar el actual gobierno y apoyar las propuestas de los movimientos sociales.