Sabíamos lo que nos deparaba enero 

Antonio C. Maldonado

Algo verdaderamente crucial y alarmante fue el rebrote descomunal e inesperado del COVID – 19 y todavía en las tinieblas de las múltiples variantes abarrotando las funerarias, hospitales y los hogares padeciendo el dolor para el que se preparan, con mayor razón lo que continua sin solución hasta el momento es la desatención en el IESSque se hizo permanente desde el 2019, para empleados y jubilados que padecían y padecen enfermedades crónicas especialmente por falta de medicamentos y a jubilados que viven aterrorizados de recibir algún tratamiento o por lo menos una receta médica que exigen las farmacias ya que consideran y seguramente tienen mucha razón que un simple descuido en un local hospitalario los pasaporta al encuentro con el “Divino Creador”, la mayor de las veces sin obtener lo requerido ya que son los hospitales del IESS de todo el país que están prestando ese servicio, noble gesto de solidaridad que lo felicitamos pero que tiene que ser articularlo el Gobierno para que no desatienda el sector que lo sustenta y en especial al más vulnerable a todas los padecimientos. 

En nuestra provincia según informan los medios de comunicación la pandemia y el rebrote ha sido gigantesco, resulta muy difícil la atención para solucionarlo por múltiples razones, principalmente la topografía caprichosa que nos acompaña, la desatención hospitalaria, de vialidad y la imposibilidad material o física de tener acceso a esas localidades o colectividades; siempre hemos constituido la provincia marginada por el centralismo que nos obligó a la heroica y valerosa cruzada de constituirnos en la República Federal el 18 de septiembre de 1859; llevamos algunos años no sé cómo denominarlo si  mendigando al Gobierno Central la ampliación de la vía Loja – Catamayo a cuatro carriles para que descongestione el tránsito vehicular, pero como aquí también existen los “sabios de la Grecia” opinaban que no se debe hacer de cuatro carriles sino un túnel, cuya discusión entorpeció por un lapso de tiempo muy largo el proyecto de la construcción por cuatro carriles y como todos sabemos los recursos económicos se van evaporando en consideración que si no se atiende la salud la reactivación económica será una simple paradoja que vulnerará nuestra economía golpeada desde todos los frentes y agudizada por la pandemia. 

Conjuntamente con esta problemática tenemos que conforme rebrota la pandemia lo mismo sucede con el fenómeno migratorio que en poco tiempo determina que centenares de compatriotas engrosen las caravanas del incierto viaje muchas veces sin retorno hacia el imperio del norte de ecuatorianos, venezolanos, colombianos, panameños y la montonera de centroamericanos, la interrogante es ¿por qué nuestros compatriotas quieren abandonar su solar patrio? 

Por último y quedándose mucho en “la pluma y el tintero”, ahora en la computadora algo sumamente grave no deja de construir la inseguridad ciudadana, diariamente escuchamos y leemos dramáticas formas de cometer delitos en todos los lugares, instituciones y hogares del país y una gran cantidad por jóvenes de ambos sexos, en un porcentaje elevado con antecedentes penales, llama la atención que inclusive menores de edad detenidos por la fuerza pública lo tengan porque nunca precisan desde cuándo, si es antes o después de la pandemia.