Silencio mordaz,
te clavas
en la noche
absorta.
Calma
hiriente
de ojos abiertos
y garganta
estrangulada.
Anudas tus luces
y entras
al vértigo
del camino estelar.
Te dilatas
y te recreas
en las
caracolas
insomnes.
Silencio roto
y desencajado
en las cruces
negras
de los ríos.
Silencio
sepulcral
del rayo
luminoso
y estridente;
vuelas
sin razón
y alteras las
persianas de
los colores.