Diego Lara León
Quienes nos dedicamos a este bonito oficio de escribir sabemos a veces nos es tan fácil elaborar un artículo, otras veces es mas complicado y muchas otras es muy, pero muy difícil, por supuesto en todas las ocasiones es fundamental estar lo mejor informado posible.
Este artículo en particular me lo he pensado mucho porque en la vida tenemos la tendencia ubicarnos en el lado blanco o en el lado negro, quienes deciden quedarse en la mitad, pueden pecar de indecisos y la indecisión es sin duda perjudicial.
Toda esta reflexión inicial creo importante ponerla en contexto, porque aunque no opino de política “dura y pura”, creo que sí debo opinar sobre los impactos que tiene la política en la sociedad y en temas puntuales que nos afectan a todos.
En estos días estamos asistiendo a un paro nacional convocado inicialmente por la CONAIE, organización social que aglutina a las nacionalidades y comunidades indígenas del Ecuador: paro al que se han ido uniendo algunos gremios sociales y de trabajadores.
El derecho a protestar está garantizado en la Constitución de la República del Ecuador y todos debemos respetarla. A su vez, la misma Carta Magna garantiza la libre movilidad de los ecuatorianos por el territorio nacional; la paralización de servicios públicos está penado en nuestro país.
Es innegable que la agricultura debe ser transformada, es innegable que nuestros compatriotas que viven en el sector rural tienen necesidades básicas insatisfechas en una proporción mayor que los que vivimos en la ciudad, es también innegable que la obra pública debe llegar a estos sectores. Pues entonces el reclamo si viene por esas causas es totalmente legítimo, lo que no se debe permitir es que se contamine con intereses oscuros, politiqueros y desestabilizadores, menos que haya violencia o se impidan otros derechos como el de libre tránsito y el trabajo.
Paralizar un país es como ‘dispararse en el pie”, mas del 70% de la economía nacional está concentrada en el micro y pequeño productor y comerciante, este sector productivo es frágil y no puede soportar uno o varios días de paralización.
Los problemas fundamentales de la sociedad ecuatoriana, deben ser visibilizados, nunca deben ser ocultados, tampoco se debe “apagar el fuego con gasolina”, es decir, no debemos tolerar fuerzas que lleven al conflicto, vengan de donde vengan.
Vamos a un pacto social, vamos juntos a una agenda mínima que nos lleve al desarrollo. Ya es hora de un liderazgo fuerte de los gobernantes, prudencia y sabiduría de todos los líderes, información y generosidad por parte del pueblo.
Preguntémonos siempre qué podemos hacer nosotros por el país y por mis compatriotas en vez de decir qué pueden hacer ellos por nosotros.
Que termine el conflicto en nuestro país y que nos unamos para salir adelante. ¡¡¡Esa es la tarea de todos!!!
@dflara