Apretones de brazos y manos

César Eduardo Briceño Toledo

El presidente Guillermo Lasso se vio enfrentado a dos circunstancias que casi desestabilizó a nuestra maltrecha democracia, como son: el paro nacional de los indígenas y la sedición que se incubó en la Asamblea Nacional, so pretexto de acogerse a la constitución vigente.

Durante dieciocho días los ecuatorianos experimentamos la incertidumbre civil, el vandalismo y el atropello a los bienes públicos y privados, cuyos lamentables hechos dejan como saldo varios muertos y pérdidas cuantiosas a la economía nacional; cuando aún no nos recuperábamos del despilfarro del gasto público anterior; agravado por la guerra fratricida entre Rusia y Ucrania; así como, por la mortal pandemia que acosó al país.

Además, poco faltó en la asamblea para destituir al presidente de la República; faltaron apenas 12 votos. Los ecuatorianos elegimos a los asambleístas para que legislen y fiscalicen, por el que reciben un sueldo privilegiado; jamás para que se dediquen a conjurar en contra del mandatario elegido democráticamente. Por esta acción colusoria el desprestigio es total. ¿Qué beneficio tenemos con el cambio frecuente de mandatarios? ¿Cuál es el juicio de valor que tenemos en el exterior? ¿Qué países querrán venir a invertir en este país de frecuentes relajos?

Los analistas creen que, el mandatario creyó que arreglando las cuentas en el país era suficiente. Esa es la diferencia que marca alguien formado en una banca con la administración de un Estado. No fue así, pues descuidó el enfoque político y técnico que debió tener, un frente político debilitado, poca comunicación con la colectividad y no depuró la administración contaminada por la corrupción.

Hasta el momento hay reformismos de poca monta; con excepción el de las inmunizaciones. Debe empezar por reconstruir el país, focalizar el subsidio de los combustibles ofrecidos desde el 2019, y simplificar los trámites burocráticos. Debe cumplir con las propuestas que las hizo durante la campaña electoral, satisfaciendo necesidades emergentes sobre la salud, educación, trabajo, seguridad social, y seguridad nacional. Estimo que de las reservas internacionales que tiene debe emprender por atender las múltiples necesidades sociales. Debe reencontrarse con todos los ecuatorianos que demandamos paz y producción. De continuar con su plan de acción errático, seguro estamos que muy pronto volverán las intentonas golpistas; porque no sella nada con los apretones de abrazos y manos, que hoy celebran los quejosos con el gobierno; que debieron dialogar en unos dos o tres días y evitarnos los bochornosos hechos consumados.